La primera ministra de Australia, Julia Gillard, advirtió hoy de que hará falta gastar cientos de millones de dólares para reparar los daños causados por las inundaciones en el noreste del país, las peores en las últimas cinco décadas.

Gillard recorrió el sábado zonas del estado de Queensland de la mano de la jefa del gobierno local Anna Bligh, y acompañada del general Mick Slater, quien está al frente de las operaciones de asistencia a los damnificados y de reconstrucción.

"Se requerirán muchos cientos de millones de dólares más para ayudar a Queensland a superar la situación y apoyar las tareas de reconstrucción", dijo la jefa del Gobierno federal a los periodistas.

La primera ministra señaló que el gobierno de Camberra ha desembolsado 3,98 millones de dólares estadounidenses (unos 3 millones de euros) para asistir a unos 200.000 damnificados.

Además, está semana aprobó el desembolso de un fondo especial de 76,8 millones de dólares (58,6 millones de euros) destinado a ayudas los ayuntamientos con la finalidad de que emprendan las reparaciones más urgentes.

Las inundaciones continúan paralizando la actividad regular en las ciudades de Saint George y Emeral, pero especialmente en la de Rockhampton, donde las previsiones oficiales apuntan que deberá transcurrir al menos una semana hasta que baje el nivel del agua.

Hasta el momento, las riadas han causado diez muertos, 4.000 evacuados y 1.200 viviendas anegadas y casi 11.000 dañadas en 40 comunidades afectadas en el estado de Queensland

Según estimaciones oficiales, el valor de los daños causados a la infraestructura por las inundaciones superará los 5.000 millones de dólares australianos.

Aparte, las autoridades preven que serán enormes las pérdidas económicas para el sector agrícola y la industria minera.

Las inundaciones han paralizado al menos 40 yacimientos de carbón de Queensland, estado de donde sale el 35 por ciento de las exportaciones australianas de este mineral y que explotan mineras como Rio Tinto, BHP Billiton, Anglo American y Xstrata.