La defensa de Conrad Murray, médico de Michael Jackson, abrió la puerta hoy a la teoría del suicidio del "rey del pop" al plantear en los tribunales si el cantante podría haberse inyectado el anestésico que lo mató.

Michael Flanagan, abogado que representa a Murray en la vista preliminar del caso Jackson, planteó en su interrogatorio a la forense Elissa Fleak la posibilidad de que el artista hubiera tenido acceso a jeringuillas desde su cama cuando su doctor se encontraba ausente, según recogió hoy la web TMZ.

El letrado dejó entrever así por primera vez en este proceso la idea de que el "rey del pop" se quitara la vida, un argumento que días antes algunos medios de comunicación en EE.UU. habían indicado que sería la base de la defensa de Murray, quien las horas antes del fallecimiento de Jackson realizó numerosas llamadas telefónicas.

En la sesión de hoy se supo además que las autoridades hallaron dos botellas vacías que contenía el anestésico propofol en la habitación del cantante, una de ellas en cerca de la mesita de noche, y encontraron 10 frascos más llenos en un armario próximo.

En la casa de Jackson requisaron igualmente jeringuillas, agujas hipodérmicas, catéteres y un amplio surtido de fármacos como diazepam, lorazepam, clonazepam o lidocaína.

La fiscalía sostiene que Conrad Murray actuó indebidamente como médico de Michael Jackson, le suministró propofol, anestésico que le causó la muerte, y posteriormente trató de ocultar las pruebas antes de llamar a los servicios de emergencia cuando el artista yacía en su cama inerme.

La vista preliminar del caso de la muerte de Jackson, que falleció el 25 de junio de 2009, comenzó el martes y se prolongará durante la próxima semana con el fin de que el juez Michael Pastor, de la Corte Superior del condado de Los Ángeles, determine si existen motivos para juzgar a Murray por homicidio involuntario.