El principal indicador del mercado español, el Íbex 35, no logra superar el contagio de la crisis de deuda soberana, pese al paquete de ayudas de 750.000 millones para ayudas a la eurozona autorizado por la Unión. La bolsa española bajó ayer el 1,46% y perdió el nivel de 9.600 puntos perjudicada por la situación del mercado de deuda y, sobre todo, por el retroceso de la banca. En la primera semana del año acumula una caída del 3,03%.
El Íbex 35 bajó ayer 142 puntos y cerró la sesión en 9.560,70. En el resto de Europa, con el euro a 1,301 dólares, antes del cierre nacional cedían las principales plazas: París, el 0,85%; el índice Euro Stoxx 50, el 0,75%; Londres y Milán, alrededor del 0,45%, y Fráncfort, el 0,3%.
Todos los grandes valores bajaron, de nuevo con la banca a la cabeza: BBVA cayó el 2,52%; Banco Santander, el 2,19%; Iberdrola, el 1,81%; Telefónica, el 1,18%, y Repsol, el 0,96%.
La prima de riesgo o desconfianza de los mercados a invertir en España, que se mide por el diferencial entre su bono a diez años y el alemán al mismo plazo, cerró ayer en 269 puntos básicos, su cota más alta del día y la mayor desde el 30 de noviembre de 2010.
Hay que destacar que la agencia Standard & Poor’s (S&P) anunció ayer su intención de revisar la metodología que emplea para calificar al sector bancario, lo que podría tener un “modesto” impacto en los “ratings” actuales de las entidades, aunque en el caso de “aproximadamente la mitad” de los grandes bancos se vería traducido en rebajas de un escalón en sus calificaciones a largo plazo.
“Queremos asegurarnos de que las lecciones de la reciente recesión económica no son olvidadas cuando las economías nacionales se recuperen y el próximo periodo de condiciones favorables dé lugar al crecimiento y atractivos beneficios bancarios”, señaló S&P, que abre esta propuesta a los comentarios de clientes y analistas.
Entre tanto, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, criticó ayer las propuestas de reformas de Bruselas por considerarlas insuficientes. En su intervención en un seminario de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) en la localidad bávara de Wildbad Kreuth, Trichet instó a los países de la eurozona a progresar más en la reducción de los déficit fiscales excesivos.
“Tenemos que construir e implementar un marco riguroso efectivo para el gobierno económico del área euro”, dijo el presidente del BCE. Añadió que “las propuestas actuales van en cierto modo hacia la reparación de las deficiencias institucionales que el pasado reciente ha expuesto”.
“La vulnerabilidad será detectada y publicada antes. Habrá menos discreción en aplicar y reforzar la disciplina fiscal y macroeconómica en los estados miembros”, según el presidente del banco europeo. “Pero Europa no se puede permitir quedarse a medio camino, necesitamos ser más ambiciosos. Las propuestas que hemos visto en Bruselas no van lo suficientemente lejos en opinión del BCE”, apostilló Jean-Claude Trichet.