El empresario de Las Palmas de Gran Canaria José Miguel Suárez Gil, detenido por un presunto caso de violencia de género con su mujer, la abogada Josefina Navarrete, tras prestar declaración en el Juzgado de Violencia de Género de la capital grancanaria este viernes, se ha decretado su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

El magistrado del Juzgado de Violencia sobre la Mujer Número 2 de Las Palmas de Gran Canaria ha imputado a Suárez Gil los delitos de amenazas, detención ilegal y tenencia ilícita de armas, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en un comunicado.

Suárez Gil, trasladado desde el centro penitenciario de Las Palmas de Gran Canaria, llegó pasadas las 09.00 horas al Juzgado de Violencia de Género donde ha estado prestando declaración ante el juez Luis Ocaña.

El empresario, de 66 años de edad y natural de Las Palmas de Gran Canaria, fue arrestado el martes 4 de enero.

LOS HECHOS

El empresario, sin antecedentes policiales, fue detenido en su domicilio por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y puesto a disposición del Grupo del Servicio de Atención a la Familia, tras ser comisionados por la Sala Operativa del 091, donde se recibió alerta del 112 informando de que el arrestado tenía retenido en su domicilio a su esposa, amenazándola con un arma de fuego.

Posteriormente, sobre las 10.00 horas del martes 4 de enero, son comisionados los agentes por la Sala del 091, personándose en el domicilio de los hechos donde presuntamente un "individuo estaba amenazando a una mujer con un arma de fuego".

Así, una vez en el lugar, se corroboró que en el interior del domicilio se encontraba su pareja y que Suárez Gil tenía un arma de fuego con la que le estaba amenazando. El empresario y su mujer se encontraban en proceso de separación.

Seguidamente, una vez evaluada la situación, los agentes adoptaron las medidas de seguridad pertinentes para estos casos, incluidos los chalecos antibalas, y entraron en la vivienda, ya que la puerta de entrada estaba abierta.

Una vez en el interior del domicilio del empresario, encontraron que en el salón estaba Suárez Gil, que portaba en su mano derecha un arma de fuego con el que apuntaba hacia el suelo, y muy cerca de él, se encontraba su esposa que mostraba "bastante temor por la situación del momento".

Los agentes le requirieron al detenido para que depusiera su actitud e hiciera entrega del arma, y aprovechando un momento de descuido procedieron a reducir y desarmar al mismo, mientras su esposa conseguía salir, procediendo a reducir, desarmar y detener conforme a la legislación vigente.

Tras estos hechos, los agentes actuantes comprobaron in situ que el arma era una pistola de la marca Smith&Winsson, que estaba montada, sin seguro, con un cartucho en la recámara y el cargador municionado con ocho cartuchos.

Asimismo, los agentes de la Policía Nacional procedieron a la intervención de gran cantidad de munición de diferentes calibres, así como de seis armas cortas, cuatro escopetas de caza y once fusiles de diversos calibres.