El primer embajador de EE.UU. en Siria en casi seis años, Robert Ford, juró hoy el cargo y viajará en las próximas semanas a Damasco para comenzar su trabajo al frente de la legación estadounidense, informó hoy el Departamento de Estado.

Ford fue propuesto como candidato a embajador en Siria el 16 de febrero pasado por el presidente Barack Obama, y ante la falta de confirmación por parte del Senado de EE.UU., el mandatario lo designó por decreto el 29 de diciembre.

El Gobierno del ex presidente George W. Bush retiró en febrero de 2005 a la entonces encargada de la legación diplomática en Damasco, Margaret Scobey, tras responsabilizar a Siria del asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri.

Ford, quien habla árabe con fluidez, ya trabajó como enviado de EE.UU. en Argelia, entre 2006 y 2008, y está considerado un experto en asuntos de Oriente Medio.

Con esta iniciativa, EE.UU. busca una aproximación en las relaciones entre los dos países, aunque el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, señaló hoy en su rueda de prensa diaria que el hecho de que Washington destine de nuevo un embajador a Damasco "no debe ser visto como una recompensa al Gobierno sirio".

Simplemente "mejora nuestra capacidad de transmitir mensajes firmes al Gobierno sirio y de articular claramente nuestras preocupaciones y prioridades a Siria", explicó.

Washington nunca ha ocultado que persisten diferencias claves entre los dos gobiernos, entre ellas el supuesto apoyo de Siria a grupos terroristas -Hamás e Hizbulá-, la adquisición de armas nucleares y no convencionales y la interferencia en Líbano.

De hecho, en mayo pasado, el presidente Barack Obama extendió por un año las sanciones contra Siria y acusó a Damasco de apoyar a organizaciones terroristas y de buscar armas de destrucción masiva y programas de misiles balísticos.

En marzo de 2009, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, decidió enviar a dos representantes a Damasco para explorar las perspectivas de futuro de las relaciones bilaterales y entablar un diálogo directo con el Gobierno sirio.

Después decidió que el no tener un embajador en Siria no hace avanzar sus intereses en Oriente Medio.

"Tenemos importantes intereses en Damasco y en Oriente Medio. Estar sin embajador no sirve para ningún propósito sino pone a EE.UU. en una desventaja", sostuvo Crowley.

El portavoz señaló que Ford estará previsiblemente en Damasco antes de finales de enero.