Una mujer de 64 años ha acusado a una monja del antiguo orfelinato Stella Maris de Courtrai de haber abusado sexualmente de ella, después de que las autoridades belgas abrieran una investigación sobre supuestos abusos cometidos en la institución en la década de los 60, informa hoy la prensa local.

La antigua alumna del orfelinato de la ciudad belga de Courtrai aseguró al diario "Het Laatste Nieuws" que fue "importunada" a comienzos de la década de los años 60 por la "monja P." cuando estaba en la ducha.

"Me tocó las partes íntimas. No me atreví a oponerme porque le tenía miedo", explicó la supuesta víctima.

"Esta misma monja trató de hacer lo mismo con mi hermana pequeña de 12 años pero ella se negó a abrir la puerta de la ducha", añadió.

Según el diario, la mujer no se ha decidido aún a sumarse a los dos hombres que han presentado una denuncia legal en los últimos días por supuestos abusos en el Stella Maris.

Por otro lado, la Fiscalía de la ciudad belga de Dinant ha informado de tres supuestos casos de abusos a menores cometidos por religiosos en Bélgica, según informa la agencia Belga.

"En el primer caso, se trataría teóricamente de relaciones homosexuales sin coacción, que habrían ocurrido en los años 90. El segundo caso afecta a un conocido religioso pedófilo que de hecho ha salido en un reportaje televisado. Hemos sabido de un tercer caso pero ha sido reenviado a la Fiscalía de Neufchâteau", ha dicho a Belga el fiscal Bernard Appart.

"Hemos verificado inmediatamente si estas personas tienen contacto actualmente con niños y no es el caso", añadió, tras explicar la dificultad de los casos debido a su antigüedad y a que muchos de los delitos han prescrito.

Appart informó de estos casos preguntado por el testimonio difundido anoche en la cadena de televisión RTL de un hombre de 60 años llamado Richard que denunció haber sufrido abusos en la escuela de Notre-Dame de Lourdes de la localidad de Yvoir, cuando tenía 10 años.

Los abusos ocurrieron en el refectorio de la escuela entre 1950 y 1953 e incluyeron tocamientos y una masturbación por parte de una joven religiosa, según la supuesta víctima, que aún no se ha dirigido a la Justicia para denunciar los hechos.

La Iglesia belga ha sido objeto recientemente de numerosas acusaciones de abusos sexuales, dentro del escándalo global que ha salpicado a religiosos en todo el mundo.

El año pasado, una comisión encargada por la propia Iglesia belga estudió denuncias de unos 500 casos de abusos cometidos en las últimas décadas en Bélgica y determinó que al menos unas 13 víctimas se habían suicidado como consecuencia del sufrimiento provocado por los abusos.