Los habitantes de Arico sufrieron un sobresalto cuando una vecina acudía al cementerio de la villa y se encontraba con que habían abierto cinco nichos y se habían llevado huesos. Eso sí, al parecer, los profanadores actuaron sin hacer grandes destrozos y con sumo cuidado quitaron los mármoles de los nichos, sin importarles si eran viejos o recientes.

El cementerio se encuentra a la entrada del pueblo de Arico, en una zona solitaria y donde no hay vecinos que pudieran ser alertados por los golpes que dieron los autores de la inusitada acción. La indignación era la nota predominante entre la vecindad, que considera que no está bien que se asalte el cementerio de esa manera y que no dejen descansar en paz a los difuntos.

Un acto sin sentido

Eladio Morales, alcalde de la Villa de Arico, comentó a EL DÍA que "esta es la segunda vez que pasa este tipo de cosas en un cementerio del municipio, ya que hace unos cuatro años se llevaron también los restos de dos tumbas. Creo que se trata de una secta satánica y que lo hacen para llevar a cabo algún tipo de rito. A primera hora del día 1 de enero una vecina fue a poner flores en la tumba de un familiar y salió corriendo despavorida. Espero que la Guardia Civil culmine con sus investigaciones y consiga detener a los autores. No creo que sean vecinos de Arico, sino personas de otros lugares".

El alcalde además aseguró que con anterioridad se han hallado restos de gallinas y conejos muertos dentro de bolsas y metidos en cajas en la puerta del camposanto. "La gente del pueblo está indignada. Si hay gente que entra hasta en las casas para robar, qué no harán en los cementerios", dijo el alcalde.

Morales aseguró que se trata de restos de siete difuntos que se encontraban en cinco tumbas distintas, pero ubicadas en los pasillos A y F de dicho cementerio, centrándose en la primera fila inferior y a media altura.

Dos de las tumbas datan de 1920, otra de 1934, otra de 1951 y la más reciente, de 1977. Algunos restos se quedaron dentro de los nichos.

Sobre las diez de la mañana se alertó a la Policía Local de Arico y a su vez a la Guardia Civil del puesto de Granadilla de Abona para que se personaran en el lugar e investigaran lo ocurrido.

Álvaro Arbelo, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Arico, comentó que "uno de los nichos contenía los restos de dos hermanos. Una de las cubiertas de las tumbas se rompió, pero debido a que era muy vieja porque, al parecer, las quitaban con cuidado. Al principio, pensamos que era una gamberrada o algún acto propio de una secta por lo que se optó por llamar a la Guardia Civil".

En cuanto a la posibilidad de colocar cámaras de seguridad en los camposantos de la Villa sureña, el concejal de Seguridad apuntó a que es muy dificultoso, ya que habría que iluminar todo el cementerio y además colocar las cámaras y poner vigilancia.

El cementerio asaltado es de fácil acceso, ya que se entra sin demasiadas dificultades y ocupa unos 1.500 metros cuadrados. Es el primero que se construyó y data del siglo XIX. "Las tapas de los nichos estaban colocadas con cuidado como si no quisieran romperlas", dijo el concejal.

Alberto Galván, historiador, antropólogo y experto en religiones comunitarias, aseguró ayer a EL DÍA que "no tiene mucho sentido lo que están comentando de que se trata de una secta. Para poder hablar con exactitud de lo ocurrido hay que analizar y estudiarlo todo muy bien, pero están creando y dando una mala imagen de otras creencias que no son la religión cristiana. Habitualmente, cuando llega Fin de Año, suelen llevarse a cabo una serie de ritos para limpiar las casas de dentro afuera, pero nunca se usa el polvo de los huesos, por eso me extraña mucho. Posiblemente se está exagerando. Habría que analizar el tema con mucho detenimiento".

Galván asegura que "hay comunas en Canarias y en Tenerife que son grupos muy pequeños liderados por una sola persona que sí se podrían tachar de sectas, pero nunca se puede identificar este modelo con la religión afrocubana. Hay que ser muy precavidos. Las sectas se caracterizan porque cuentan con un líder y suelen provenir de Europa. Por contra, las religiones afrocubanas no conllevan obligaciones y los seguidores entran y salen cuando quieren. Se puede concluir que lo que originariamente fue africano se ha blanqueado y aquí la gente entra y sale agrupando a personas de muy distintas clases sociales".

Eladio Morales mantiene que se trata de una secta instalada en Tenerife. Las tumbas profanadas son las más antiguas del camposanto y se llevaron los restos de dos hermanos fallecidos en 1920 en una epidemia de gripe. Se llevaron huesos de siete cuerpos depositados en cinco nichos, pero ninguno enterrado en la tierra.

Otras profanaciones

El caso de Arico no es el único, ya que en marzo de 2008, en el cementerio de Arona se profanaron tres nichos y en dicha ocasión también se hallaron animales muertos y elementos de rituales.

En la Villa de Mazo, en 2009, concretamente en enero, entraron en el cementerio de Tigalate y sacaron un féretro de un nicho, llevándose los restos de un difunto enterrado en 2006.

Por su parte, el PSC-PSOE de Arico remitió ayer una nota a los medios en la que hacía constar su "indignación ante la profanación de seis tumbas ocurrida la nochevieja en la parte más antigua del cementerio municipal, situado en la zona de San Juan, cerca del casco urbano, ya que estiman que el descanso de los difuntos conlleva también la tranquilidad de sus familiares al saber que no puede entrar ninguna persona en un horario no permitido.