A pesar de que el reloj biológico se pone en marcha antes de los 25 años para la mitad de las españolas, un tercio de ellas considera que aún hay tiempo para quedarse embarazada por encima de los 45 años.

En el lado contrario, 3 de cada 4 españolas sitúan la edad mínima de embarazo por debajo de los 25 años.

Estos datos se desprenden del Estudio Clearblue "El reloj biológico de la Mujer", realizado por la consultora ASAP a 1.500 mujeres españolas de entre 20 y 50 años.

Según el estudio, a partir de la treintena es cuando el reloj suena con especial fuerza, ya que 8 de cada 10 mujeres de entre 30 y 40 años desea tener hijos.

No sólo las mujeres tienen un reloj biológico activo, también los hombres, ya que en 2 de cada 10 casos, son ellos los que se adelantan y les piden a ellas tener un hijo.

Ante ello, casi ninguna mujer se niega pero en la situación contraria, cuando es la mujer la que se adelanta, uno de cada cuatro hombres pidió esperar y un 5% no quiso.

El entorno familiar y laboral también es clave a la hora de decidir el embarazo.

En este sentido, casi todas las entrevistadas (83%) piensan que son las funcionarias las que lo tienen más fácil.

El estudio también revela que una cuarta parte de las mujeres encuestadas desea tener hijos en los próximos 2 ó 3 años, pero el 75% reconoce que aún no se ha puesto manos a la obra.

Por comunidades autónomas, las madrileñas son las mujeres que sienten antes el deseo de convertirse en madre y el reloj biológico de las catalanas funciona más tarde, por lo que consideran que tener 45 años no es un impedimento para tener hijos.

Aun así las catalanas, junto con las valencianas, son las primeras en expresar su deseo de tener hijos a su pareja, frente a las andaluzas, que esperan más tiempo, aunque son más tolerantes con tener hijos antes de los 18 años.

Cuando sienten la llamada de ser madre, las gallegas son las que menos se movilizan para buscar pareja.

En cuanto a la situación laboral, las madrileñas son las más dispuestas a asumir cambios laborales relacionados con el embarazo, mientras que los jefes más compresivos se sitúan en Andalucía y Galicia.