Con la cautela que hay que tomar las noticias que germinan cada 28 de diciembre, a media mañana de ayer circuló por la capital tinerfeña el aviso de que Rudolf Schenker, miembro fundador junto con Klaus Meine de la banda de hard rock y heavy metal germana Scorpions, estaba a punto de ser recibido por Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife, en el edificio que linda con la plaza de España.

Esta no es la primera visita que el guitarrista nacido en Hildesheim, en agosto de 1948, realiza a la Isla, puesto que hace siete años descubrió "un lugar maravilloso donde -afirma- es posible encontrar playas, montañas, sol y nieve en un solo día", añadió. "Tenerife es la isla más bella que conozco", comentó uno de los dos supervivientes -el otro es Maine- de un proyecto musical que abarca los 45 años que van de 1965 a 2010

Embutido en un elegante traje de estrella de rock con muchas horas de vuelo, luciendo varias prendas negras que resaltaban los brillantes de una blusa de pico y una hebilla plateada con una S incrustada, Schenker confesó que espera volver pronto a Tenerife. "Quizás sea para dar un concierto", desveló el artista. "Me agrada la idea de que Scorpions se retire en Tenerife... Podemos contemplar esa posibilidad", dijo en un tono distendido.

Leyenda de los escenarios

Los números de Scorpions figuran acuñados en oro en la historia de la música. Veinticuatro discos grabados, cincuenta "singles", treinta recopilaciones, once vídeos y dvd, más de cien millones de unidades vendidas... Dieciocho componentes, de los cuales Meine y Schenker nunca han sido sustituidos, han formado parte de una leyenda que a punto está de saltar a la categoría de mito. Y es que el 25 de enero de 2010 el grupo anunció en su web que se despedía con la publicación de "Sting in the tail".

Schenker admitió que la banda está viviendo sus "últimos días". "Scorpions ha entrado en su fase final porque para hacer heavy hay que tener muchas energías almacenadas... ¿Por qué no terminar en Tenerife?", reiteró un músico que ostenta, junto con sus compañeros en el conjunto teutón, unos cuantos récords. Scorpions, que acaba de ofrecer un concierto en Bolivia, es la única formación en el mundo que ha actuado a cuatro mil metros de altura. "En el año 1984 fuimos la primera banda de heavy alemana que tocó en la URSS", asegura el guitarrista, al que no le importaría compartir protagonismo con la Orquesta Sinfónica de Tenerife. "Hemos grabado con la Orquesta Filarmónica de Berlín y en julio de 2011 daremos un concierto con ellos en Berlín", dijo en referencia a un encuentro cultural al que está invitado el presidente Ricardo Melchior. Sobre la posibilidad de compartir protagonismo en esta capital con los músicos de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, Schenker matizó que "puede que un día podamos hacer un espectáculo de rock sinfónico. Sería interesante trabajar juntos".

Tras agotar su escala vacacional en Tenerife, Rudolf volverá a unir a la banda para afrontar otro concierto en Santiago de Chile. "Me marcho encantado con el equilibrio natural que tiene esta tierra; con el respeto con el que tratan la combinación turismo-medio ambiente. Estoy seguro de que volveré, aunque sea para descansar", matizó en el instante en el que una pregunta le recordó la larga carrera artística de Scorpions.

Con un escueto agradecimiento en su web, Scorpions admitió que sin el apoyo de sus fans no hubieran alcanzado los éxitos acumulados por una formación que renació hace diez años. Un pulso con la Filarmónica de Berlín -coincidiendo con la publicación del cd "Moment of Glory"- amplió su fama mundial con la conquista de diez discos de oro y platino; una recompensa que fue importante en las listas de superventas españolas y portuguesas.

Sonidos de "amistad"

En el instante en el que Schenker explicó las sensaciones que le produce estar desde el primer minuto en Scorpions, el guitarrista realizó un guiño a los "fans". "Todo esto no habría sido posible sin ellos. No es una cuestión de quién ha estado más o menos en la banda, sino la cantidad de experiencias vividas con toda esa gente. Sabemos que estos niveles de fidelidad se lograron a partir de una sólida amistad. Scorpions tiene muchos amigos en el mundo, también en Tenerife. Nos gusta ir tendiendo puentes entre los lugares que visitamos. Es una forma de estar más unidos en torno a la música", aseguró.

"Yo tuve la suerte de estar aquí desde el principio", abundó respecto a su papel emocional en la banda, "pero estoy feliz por compartir tantos años con el resto de los músicos -uno de los cuales fue su hermano Michael, en un ciclo que duró de 1966 a 1972- que tienen algo que ver con Scorpions. Somos alemanes nacidos después de una guerra y demostramos a la gente que amamos la paz y la amistad", concluyó. "No importa que sea rock, acústico o sinfónico, lo que vale es aprovechar al máximo la difusión de la música de Scorpions".