La Asociación Protectora de Animales del Noroeste de Tenerife (Apanot) denuncia un aumento de los casos de abandono y maltrato de perros en la comarca, así como un importante descenso en las adopciones de animales acogidos en su refugio de Llanito Perera, en Icod de los Vinos. La crisis económica afecta también a los animales domésticos, que son nuevas víctimas de la falta de medios económicos y de la insensibilidad de sus propietarios.

Apanot acoge en la actualidad a unos 90 perros abandonados en su refugio icodense, a pesar de que su capacidad ideal no debería superar los 70. Arantxa Iñiguez, voluntaria de Apanot, relata que el abandono es cada vez más frecuente en los casos de razas potencialmente peligrosas. Hasta su refugio han llegado últimamente dos pit bull y otros dos perros de presa mestizos, "cuya adopción, aunque estos son animales dóciles, es muy complicada".

Uno de los últimos ejemplos de maltrato animal al que ha tenido que enfrentarse Apanot es el del perro rebautizado como "Conti". Este can de tres años de edad fue encontrado agonizante dentro de una bolsa de basura en un contenedor de la zona de La Vera, en Icod de los Vinos. Una persona escuchó sus gemidos y avisó a la Policía Local. Apanot trasladó al animal a una clínica veterinaria, donde se determinó que el animal sufrió contusiones y heridas por golpes, quemaduras y mordiscos; la pérdida completa de un ojo, y una fractura con desviación pronunciada de la parte inferior de la mandíbula debido a un fuerte golpe. Además, estaba desnutrido y deshidratado.

Sin chip obligatorio

Este perro, que requirió más de 15 días de ingreso en una clínica veterinaria, no puede ser identificado puesto que carece de chip obligatorio. Por ello, Apanot pide a los vecinos de la zona que colaboren en la identificación del responsable o responsables de la tortura de este animal.

En los últimos tiempos, Apanot ha atendido también a una perra podenca que fue atropellada y tirada a un barranco con las dos patas delanteras "completamente destrozadas".

Para esta amante de los animales, "es necesario que se endurezca la ley y los sistemas de control", de lo contrario estos actos salvajes seguirán quedando en la mayoría de los casos impunes.

Iñiguez narra que la situación ha cambiado mucho en los últimos tiempos: "Antes la gente acudía al refugio a adoptar animales, pero ahora la mayoría va sólo a intentar dejar allí sus perros, a veces atados en la puerta. Incluso nos dejan cajas llenas de cachorros recién nacidos junto a los contenedores de basura".

La situación es casi insostenible, apenas se adopta una media de tres perros al mes. Y llegan muchos más hasta Apanot.

Escaso apoyo

El refugio de Apanot está a cargo de apenas tres personas, que cuentan con el apoyo puntual de un grupo de unos diez voluntarios. Prácticamente sin ayudas públicas, este colectivo sobrevive como puede gracias a las donaciones de los ciudadanos. Su solidaridad es lo único que se mantiene.

Desde Apanot se pide responsabilidad a la ciudadanía, que no compre un perro "como si fuera un regalo más de Navidad. Un perro es para muchos años y requiere cuidados, responsabilidades y gastos que hay que pensar muy bien si se quieren y pueden asumir".