Un inversor turístico griego, Yannis Andricopoulos, del grupo empresarial Skyros (que en La Palma se transforma en The Athenian Holistic Resort, S.L.), se ha convertido en el primer promotor que se hace con todos los permisos necesarios para ejecutar un complejo hotelero autorizado por el Plan Territorial Especial de Turismo de La Palma. Se trata de un hotel rural de cinco estrellas que se pretende construir en Botazo (Breña Alta), con capacidad para 116 plazas alojativas.

Tras obtener la autorización del Cabildo, la entidad promotora solicitó la licencia municipal del establecimiento. La concesión de este último permiso ya se encuentra en plazo de exposición pública, por 20 días, tras ser insertado el anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia.

Este complejo es por tanto el primer proyecto hotelero no urbano (se está construyendo una instalación de carácter urbano con 32 plazas en Tazacorte) que se hace realidad en La Palma después de que el Plan Territorial Especial Turístico (PTET) abriera la moratoria. Evidentemente, este proyecto despierta "ilusión y esperanza" en el municipio de Breña Alta, en el actual marco de crisis económica. Es más, probablemente, según aseguran los técnicos consultados por esta redacción, podría ser la única actuación turística que se beneficie de la singularidad que el "modelo palmero" otorga a este tipo de instalaciones.

La realización del proyecto del Hotel La Alegría, con categoría de cinco estrellas y 116 plazas alojativas, se llevará a cabo en una superficie de suelo de 67.122 metros cuadrados, al norte de Botazo, con 4.719 metros cuadrados construidos y que linda con la carretera de la Cumbre (LP-3).

Se prevé que la inversión total asciende a 7,9 millones de euros, lo que genera una repercusión económica de coste por plaza alojativa de 68.065 euros.

Turismo individual .- El proyecto de este conjunto hotelero ha sido realizado por la arquitecta Beate Ricken, con la colaboración en aspectos urbanísticos del arquitecto Félix Rodríguez de la Cruz, y en las cuestiones ambientales del biólogo Pedro Luis Pérez de Paz.

Su promotor acumula una experiencia de treinta años aplicada en muchas partes del mundo, con similares objetivos de conseguir una instalación hotelera singular, un producto turístico muy cualificado dirigido a un sector de la demanda con alto nivel de exigencia de servicios.

Su elección por La Palma se debió a que "no se trata de un espacio turístico de masas y se adapta perfectamente al turismo individual". En ese sentido, desde un primer momento la belleza y fuerza de la naturaleza de la Isla cautivaron al inversor, valorando de forma muy positiva la situación geográfica de Canarias y el buen clima. En especial Breña Alta ofrece una amplitud de oferta que destaca a nivel insular: tradición artesanal, fiestas, restaurantes, senderos y rutas temáticas.

Arquitectura del indiano.- El proyecto hotelero responde a un objetivo claro. Se pretende realizar un espacio de interrelación humana con alto contenido cultural, donde se disfrute de un entorno natural de alto valor.

Se ha intentado plasmar una significativa referencia al lugar con la orientación hacia el estilo de "arquitectura del indiano", parámetros formales que encajan perfectamente con las exigencias tanto estéticas como funcionales. El edificio principal muestra los elementos del estilo indiano, el cual encaja primordialmente con la volumetría de esta edificación, mientras las otras construcciones se orientan más al estilo señorial tradicional.

La actuación trata con sensibilidad las zonas exteriores, con adecuada jardinería, en todo caso minimizándola a los efectos de conseguir mayores espacios aptos para la utilización como huertas de frutales y horticultura.

Rentabilidad.- Entre los aspectos económicos que analiza el proyecto, se prevén ingresar unos 4.000 euros por plaza y año además de crear 41 puestos de trabajo. En ese escenario y con la gestión adecuada del producto, la tasa interna de recuperación de la inversión sería de ocho años.

Se trata de oferta muy cualificada y atractiva que se traduce en mayor valor del producto ofertado. En cualquier caso, el promotor tiene plena confianza en la promoción, basándose en otras experiencias.