La labor de los investigadores del Archivo Insular de La Gomera ha permitido la restauración del denominado libro de Mandas Pías, integrado en el fondo Santa Ana, cedido al Cabildo por María del Carmen Macía y José Perera.

El libro de Mandas Pías de Nuestra Señora de la Asunción es una publicación de gran valor histórico que recoge las disposiciones de carácter piadoso que hacían los testadores a sus albaceas en temas relacionados con su enterramiento, funeral, misas o donaciones a obras de iglesias, conventos y ermitas, así como para que se ayudara a la celebración de fiestas anuales de santos patronos.

Los técnicos aseguran que el valor del libro, que cuenta con cincuenta folios manuscritos y está confeccionado con papel artesanal, cosido con hilo de cáñamo, es incuestionable e insisten en que la información resulta muy útil para investigar las mentalidades y comportamientos de la época, es decir, para hacer estudios sociales y demográficos de la Isla.

"El documento ha sido restaurado por Rafael Martín Campos, técnico del Laboratorio de Conservación y Restauración Documental del Archivo Municipal de La Laguna, y ya puede consultarse sin peligro de deterioro en nuestro Archivo Insular", aseguró el presidente del Cabildo Insular, Casimiro Curbelo.

El Archivo de La Gomera ha puesto a disposición de usuarios e investigadores documentos insulares datados entre 1576 y 1936, tratados, clasificados y ordenados por técnicos del Cabildo.

Casimiro Curbelo explicó que la documentación forma parte del fondo Santa Ana, que cuenta con textos históricos de la primera parroquia que se creó en la Isla y de la que se segregaron las demás. La documentación reúne también certificados de bautismo, dispensas matrimoniales, consentimientos paternos, testamentos, correspondencia o libros de cuentas.

"Son textos que ayudan a comprender cómo eran las sociedades del pasado y que llevan el nombre de Santa Ana por haber estado depositados muchos años en un inmueble situado en la calle Real de San Sebastián, próximo a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, donde estuvo emplazada la ermita de Santa Ana", concluyó Casimiro Curbelo.