El Ministerio francés del Interior envío hoy al aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle 300 colchones y 2.500 mantas para las personas que esta noche tendrán que pasar allí la noche, a causa de los retrasos y anulaciones de vuelos por el mal tiempo.

La prefectura (Gobierno Civil) de Seine-Saint-Denis, del que depende Roissy, informó en un comunicado de que el material será transportado por un centenar de militares de la seguridad civil.

En la noche del domingo al lunes alrededor de 3.000 viajeros quedaron bloqueados en los dos grandes aeropuertos parisienses.

La Dirección General de la Aviación Civil de Francia (DGAC) anuló hoy un 30% de los vuelos en Roissy y en Orly, cuyas pistas llegaron a acumular en pocas horas doce centímetros de nieve.

Si el tiempo no empeora, las autoridades francesas prevén que el martes a mediodía se habrán superado los retrasos en la circulación aérea.

En Orly, habitualmente cerrado a partir de medianoche, el Ministerio de Transporte amplió excepcionalmente el horario de vuelos nocturnos para intentar disminuir al máximo los retrasos acumulados, mientras las condiciones meteorológicas sean favorables.

Aunque con numerosos retrasos, la circulación ferroviaria comenzó a normalizarse en Francia, tras las fuertes nevadas caídas principalmente en el norte del país y en la región parisiense.

Sin embargo, Eurostar cerró sus taquillas para los trenes con destino a Londres y Bélgica hasta el 24 de diciembre incluido.

La Sociedad Nacional de los Ferrocarriles Franceses (SNCF) explicó que se registrarán todavía retrasos en algunos servicios por razones de seguridad, en particular los Trenes de Alta Velocidad (TGV), pues en lugar de circular a 300 kilómetros por hora lo hacen todavía a 220, 200 y hasta 170 kilómetros por hora en algunos puntos a causa del hielo.

Por otro lado, la circulación de camiones ha sido autorizada en la veintena de departamentos (una quinta parte del total del país) en los que hoy fue prohibida.