El Gobierno japonés aprobó hoy una rebaja del 5% en el impuesto de sociedades, que quedaría en un 35%, en el marco de una extensa reforma fiscal para el ejercicio 2011 dirigida a estimular la recuperación económica.

La reforma fiscal debe pasar todavía por la Dieta (Parlamento), con la posibilidad de que el Senado, dominado por la oposición, decida entorpecer su aprobación, si bien en la Cámara de Representantes el Gobierno de Naoto Kan tiene una cómoda mayoría.

Siguiendo las recomendaciones de una comisión tributaria presidida por el ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, el Ejecutivo decidió dar luz verde a una serie de medidas destinadas a estimular una economía que se ralentiza en plena crisis global.

Entre otras, acordó introducir incentivos para fomentar la contratación en las pequeñas empresas y rebajar el gravamen fiscal para las grandes compañías, con el fin de hacerlas más competitivas, estimular su gasto de capital y evitar traslados de producción a otros países más baratos, informó la agencia local Kyodo.

Una vez lo apruebe la Dieta, el impuesto de sociedades quedará en Japón en el 35%, un 5% menos que el 40% actual si bien aún más alto que en países como España (30%), Reino Unido (28%) o China (25%).

Al tiempo, el Gobierno accedió a la recomendación del ministro Noda de incrementar la carga impositiva para los más ricos, así como aumentar hasta el 55%, desde el 50%, el máximo del impuesto de sucesiones.

Según el Ejecutivo japonés, la rebaja en el impuesto de sociedades supondrá que los ingresos fiscales se reduzcan entre 1,4 billones de yenes (12.570 millones de euros) y 2,1 billones de yenes (18.850 millones de euros).

Por ello ha ordenado un control más estricto de los gastos al tiempo que aboga por contener la emisión de bonos por debajo de los 44,3 billones de yenes (cerca de 400.000 millones de euros).

Además, el panel tributario recomendó introducir un impuesto medioambiental para luchar contra el cambio climático, en línea con el compromiso de Japón de reducir sus emisiones de CO2 en un 30% en 2030 frente al nivel de 1990.

Eso se traducirá en un incremento de los gravámenes sobre la gasolina, el gas natural o el carbón, que se aplicarán en varias etapas desde octubre de 2011.

El Gobierno dijo que utilizará esos ingresos para fomentar las tecnologías ecológicas y energéticas eficientes.

En cuanto a los incentivos a la contratación, las pequeñas empresas que aumenten su fuerza laboral en un 10% podrán acogerse a una deducción de 200.000 yenes (1.800 euros) por persona, al tiempo que su carga impositiva bajará al 15% del 18% actual.

Estas medidas serían puestas en práctica desde abril de 2011, cuando comienza el año fiscal en Japón.