La Fiscalía de Lleuda ha pedido 19 años y nueve meses de cárcel para el hombre de 54 años que mató a su mujer en Torà (Lleuda) con un revólver el 18 de diciembre de 2008.

Según la calificación de Fiscalía, a la que ha tenido acceso Europa Press, minutos después de haber efectuado el disparo mortal, dijo en presencia de un mosso d''Esquadra: "Le he pegado un tiro, mala puta, me quería dejar, ahora ya no me dejará".

El ministerio fiscal solicita 18 años de prisión por el delito de asesinato, y un año y nueve meses por tenencia ilícita de armas además de indemnizaciones para la hija del matrimonio y los padres de la mujer asesinada.

El acusado, ahora en prisión preventiva, estaba casado desde hacía 22 años con la víctima con la que tenía una hija que residía en el domicilio familiar y la relación entre ambos estaba deteriorada por lo que la mujer quería separarse.

En su calificación, el fiscal sostiene que había desavenencias respecto al reparto del patrimonio familiar en caso de separación, considerando el acusado que ese patrimonio era fundamentalmente debido a su esfuerzo y trabajo, por lo que en el reparto, el acusado tenía que tener derecho a más de la mitad de ese patrimonio.

Días antes del crimen, el acusado estuvo mirando unas fotografías de la mujer en actitud cariñosa con otro hombre. La tarde del día 18 diciembre 2008, el acusado, decidido ya a acabar con la vida de su mujer y llamó por teléfono desde la casa de su hermano a su domicilio familiar para comprobar que su cónyuge se encontraba en casa.

Después de comer en casa de su hermano, se dirigió al domicilio familiar sabiendo que estaba su mujer y que se estaría dormida porque solía hacer la siesta después de comer.

Cogió un revolver que tenía en casa y fue al salón, donde su mujer estaba durmiendo la siesta tumbada en el sofá y le disparó con la pistola que portaba un tiro a bocajarro en la cabeza. El disparo le destruyó el cráneo y le destrozó gran parte del cerebro.

La Fiscalía sostiene que el hombre utilizó un cojín a modo de silenciador y que la mujer murió de forma prácticamente inmediata. Después disparar, bajó al salón la empleada del hogar, y el acusado le dijo que había matado a su mujer, que que llamara a la policía.