La ruta de la expedición Malaspina 2010 que dará la vuelta al mundo con el buque Hespérides de la Armada Española y que zarpa hoy desde Cádiz para investigar el cambio climático y las profundidades marinas incluye 176 estaciones científicas y su planificación ha supuesto dos años de trabajos.

Así lo ha explicado el capitán de fragata Juan Antonio Aguilar, comandante del Hespérides, a cuya despedida asistirán, esta tarde, en Cádiz, varias autoridades, como las respectivas ministras de Ciencia e Innovación y Defensa, Cristina Garmendia y Carme Chacón, junto con el presidente del CSIC, Rafael Rodrigo.

Durante siete meses el comandante Aguilar estará al frente de este barco que rememorará la misión científica dirigida por el marino del siglo XVIII, Alejandro Malaspina, de cuya muerte se cumplen este año dos siglos, y que precisamente da nombre a esta expedición que lidera ahora el CSIC y que resucitará el espíritu "innovador y global" de aquella histórica campaña, según Aguilar.

El comandante del Hespérides ha asegurado que su compromiso es mantener en lo posible la ruta diseñada con el coordinador científico del proyecto, el investigador del CSIC Carlos Duarte, siempre y cuando las condiciones meteorológicas lo permitan.

No obstante, podrían surgir imprevistos a pesar de que el trayecto ha buscado aprovecharse al máximo del impulso de las corrientes marinas, la climatología más favorable y el paso por ambos hemisferios en las estaciones meteorológicas de primavera y verano.

La idea de la expedición es detener el buque cada jornada unas ocho horas para la inmersión del instrumental científico en el océano (rosetas, redes de pesca, botellones de toma de agua) a profundidades de hasta 4.000 metros.

La ruta llevará al barco a recorrer cuatro continentes y atracar en siete puertos diferentes del mundo, ha recordado el comandante.

Inicialmente, se pensó en copiar la derrota de Alejandro Malaspina cuando en 1789, desde Cádiz, se puso al frente de la primera expedición española de circunnavegación, acompañado de los más prestigiosos científicos de la época.

Finalmente esa idea se desechó dado que el itinerario de aquella histórica expedición consideró principalmente la investigación en áreas costeras, mientras que el interés científico en el siglo XXI recae preferentemente en el estudio de las profundidades oceánicas.

Además la ruta de Alejandro Malaspina pasaba por zonas de "relativo peligro", a veces hasta con piratas, como ciertas áreas del sudeste asiático o el Océano Índico.

La campaña del CSIC, en la que se enrolarán más de 400 investigadores que se turnarán en el barco en distintos escalas, de modo que no se supere el aforo de 57 marinos y 37 científicos, estará de regreso en España el 14 de julio tras haber recorrido 30.000 millas náuticas (unos 54.000 kilómetros).

Según Aguilar, "ha sido enorme la afluencia de solicitudes tanto de científicos como de marinos de guerra, fundamentalmente cabos primeros y marineros, para participar en esta misión, en la que se enrolan únicamente voluntarios".

En su opinión, el día a día en un buque de investigación como el Hespérides es "muy diferente" al de los barcos estrictamente militares, dado que las decisiones son consensuadas con el coordinador científico del proyecto y se alteran sólo en caso de peligro para la seguridad de la tripulación.