La revista American Journal of Human Biology publica la primera investigación en restos fósiles sobre las funciones metabólicas y fisiológicas del cerebro de los homínidos, dirigida por el investigador Emiliano Bruner, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), con sede en Burgos.

Este investigador es el responsable del Grupo de Paleoneurobiología de Homínidos del Centro Nacional de Investigación del CENIEH, y su trabajo será portada de la revista "American Journal of Human Biology", cuyo número de enero de 2011 está dedicado a biología humana y evolución cerebral.

Se trata de un trabajo en el que se investiga por primera vez las funciones metabólicas y fisiológicas del cerebro en los fósiles, y en el que se analiza mediante la utilización de técnicas digitales y modelos numéricos, la "vascularización" y la "termorregulación cerebral" en los humanos modernos y en los homínidos fósiles.

A través de la tomografía vascular se investiga el papel de las arterias en las superficies cerebrales.

Según ha explicado en declaraciones a EFE este investigador, "estos vasos solo se pueden estudiar en los seres vivos, pero dejan sus huellas dentro de las áreas neurales de los fósiles".

Bruner ha subrayado que en este trabajo se estudia la relación entre distribución del calor y forma cerebral, para poder aplicar a las especies fósiles hipótesis de investigación sobre la termorregulación del cerebro.

En este sentido ha precisado que todavía no se sabe cómo se realiza la gestión térmica cerebral en los humanos modernos, ni siquiera cuáles han sido las variaciones evolutivas que han permitido el desarrollo de un órgano que requiere un consumo energético muy elevado.

Como ha aclarado este investigador italiano, si bien el objetivo de este trabajo ha sido estudiar la evolución del sistema nervioso central en paleontología humana, se han investigado rasgos anatómicos de nuestra especie sobre los que falta mucha información, y que están directamente relacionados con la biología del cerebro.

Ha señalado que "para investigar el pasado estamos estudiando a los humanos modernos , y de esa forma estamos aportando también datos útiles para conocer la biología de nuestro propio cerebro".

En este trabajo han colaborado también el Departamento de Física de la Universidad de Burgos, el Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Foro Italico de Roma, y el Departamento de Neurocirugía del Hospital San Filippo Neri de Roma.