"No podemos permitir que se pierda lo que ya tenemos". Las palabras de la presidenta de la federación de asociaciones de padres de Tenerife, Pura Toste, resumen una inquietud común a buena parte de la comunidad educativa de las Islas: que los recortes presupuestarios pongan en peligro la gran fortaleza del sistema educativo canario, sus políticas de equidad e inclusión, uno de los aspectos positivos que el Informe PISA 2009 destaca del Archipiélago, un territorio que, por lo demás, registra los peores resultados de las comunidades autónomas españolas en lo que respecta a la comprensión lectora y capacidades matemáticas y científicas del alumnado.

El análisis de los datos de PISA en Canarias presenta la dificultad de que es la primera vez que participa en el estudio con una muestra propia -1.500 estudiantes de quince años de 53 centros escolares-, por lo que no es posible hacerse una idea de la evolución experimentada en la Comunidad Autónoma, pero sí se puede establecer una comparación con otro trabajo recientemente publicado, la Evaluación General de Diagnóstico, que ofrecía datos muy similares a los de PISA, aunque referidos a alumnos de ocho y nueve años de edad, precisa Rita Gómez, del Partido Socialista.

Pese a que algunos analistas restan importancia al peso de la inversión educativa en el rendimiento escolar, tanto Toste como Gómez -además de Pedro Crespo, vicepresidente del sindicato ANPE- insisten en la relevancia de este factor, especialmente en un momento de restricciones presupuestarias como el que se vive en la actualidad.

"El Informe PISA vuelve a demostrar que el sistema educativo español es de los más equitativos, pero en Canarias, por primera vez, también se está atacando la equidad", argumenta la diputada del PSC respecto a unos recortes que, a su juicio, pueden provocar que los datos empeoren.

Para el principal partido de la oposición, la Consejería de Educación está apostando por "la cuadratura del círculo" -prestar los mismos servicios con menos dinero-, algo que "no es posible", opina Rita Gómez.

Para los socialistas, el problema no es sólo de recursos económicos; también lo es de prioridades, pues la Administración canaria no se centra, en su opinión, en los problemas más graves del sistema -entre ellos la alta proporción de alumnos que cursan estudios que no les corresponden por su edad-, sino que ha preferido centrarse en las denominadas "medidas de calidad" (acogida temprana, refuerzo en horario de tarde y bilingüismo).

Aunque coincide en la trascendencia de la inversión, Pura Toste considera que existen recursos y que es necesario aprovecharlos. Eso sí, advierte de que "si la parte económica baja" existe el peligro de "perder lo mucho que se ha conseguido en estos años". Por ello, la representante de las familias se muestra partidaria de consolidar "lo que ya se tiene" y a partir de ahí fijar objetivos de mejora.

También ANPE reclama un aumento de la inversión en políticas educativas, de forma que pase del 5,5% al 7% del Producto Interior Bruto (PIB). "Es una medida que ayudaría", apunta Pedro Crespo.

En cambio, el diputado del Partido Popular Carlos Ester esgrime la tesis de que "por mucho dinero que se invierta en educación, sin una ley orgánica de calidad el sistema se convertirá en un agujero negro". Por esta razón, Ester insiste en que lo prioritario para mejorar los resultados es promover un cambio normativo que deje atrás la LOE y la Logse y que se traduzca en una nueva ley "con dos dedos de frente".

Los fundamentos de esta ley deberían ser, a su juicio, el premio al esfuerzo y el mérito de los alumnos -en este aspecto, el PP propone la concesión de un diploma que distinga a los mejores estudiantes-, la libre elección de centro, el refuerzo de la autoridad del profesorado y la configuración de "una educación igual para toda España" que evite los desequilibrios entre comunidades.

Uno de los factores destacados por los populares -el fortalecimiento de la autoridad del docente y de su prestigio y dignificación- es asimismo clave para ANPE y, asociada a él, una mejora de la formación de los trabajadores. El portavoz del sindicato aboga por recuperar el espíritu del frustrado pacto social y político por la educación que trató de impulsar el ministro Ángel Gabilondo para "modificar el sistema".

El cuestionamiento de la repetición de curso como estrategia pedagógica ha sido una de las reflexiones articuladas a raíz de la publicación de los resultados del Informe PISA. En este sentido, Pedro Crespo advierte de que flexibilizar más el pasar de curso puede "agravar la situación". ANPE se inclina más bien por "motivar al alumno".

Las familias son un agente decisivo para esta motivación del estudiante, según Pura Toste, que anima a los padres a involucrarse en la creación de "hábitos de trabajo y esfuerzo". La representante de Fitapa sugiere, además, potenciar el refuerzo en las áreas básicas -lengua y matemáticas- en horario lectivo.