FETE-UGT Tenerife critica la situación de "relativa marginalidad" a la que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias condena a los aproximadamente 800 niños que estudian en las escuelas unitarias de la isla, por vivir fuera de los cascos urbanos.

En este sentido, y según se recoge en un comunicado, el sindicato considera "inadmisible" que estos centros, también conocidos como escuelas rurales, no hayan sido respetados en la criba de personal que está aplicando el departamento autonómico a la educación pública este curso escolar.

En Tenerife, aún funcionan 40 escuelas rurales, en las que niños de entre 3 y 11 años conviven en una misma aula, a cargo, muchas veces, de una sola persona, que estudió para maestro, pero que ejerce también de director, administrativo, psicólogo, pedagogo, especialista.

La compleja situación de estos centros ya estaba al límite antes de los recortes, por lo que, en todo caso, lo que requieren es un mimo especial por parte de la Consejería, en lugar de escatimar en profesionales, como están haciendo con los especialistas y, lo que es aún más grave, con los profesores de Pedagogía Terapéutica, que deben atender a los niños con especiales dificultades, abundantes en estos centros por las peculiaridades de su sistema educativo.

Así, la Consejería ha asignado a los especialistas más centros, al mismo tiempo que los ha contratado a media jornada, cuando el curso pasado atendían menos escuelas a jornada completa. Consecuentemente, los niños han pasado de recibir 4,5 horas de apoyo a una sola hora semanal, con las dificultades de aprendizaje que eso les ocasiona.

Igualmente, este curso las horas de idiomas se han reducido a la mitad y se han cerrado algunas unidades, por lo que, por ejemplo, 65 niños de Los Realejos y Garachico se ven obligados ahora a realizar largos recorridos a diario para poder estar escolarizados.

DESIGUALDAD EDUCATIVA

Esta situación provoca que cientos de niños crezcan en una situación de desventaja, ya que no disponen de las mismas oportunidades y medios que los demás. FETE-UGT recuerda que la Consejería debe garantizar la equidad educativa, además de la calidad, puesto que la enseñanza en igualdad es un derecho constitucional.

Para los docentes que trabajan en estos centros la situación tampoco es fácil. Los maestros tienen que impartir todos los contenidos (lengua, matemáticas, ciencias, inglés, plástica, informática, educación física*) a niños de todos los niveles, desde Infantil hasta 6º de Primaria. Y después, realizar las gestiones administrativas del centro, organizar actividades, atender a los padres, lograr recursos para el centro.

Las condiciones laborales de los especialistas son insufribles: este curso, un solo profesor de Pedagogía Terapéutica tiene que atender en media jornada dos escuelas unitarias de una misma zona y otros centros de otra zona, ubicada a 40 kilómetros de distancia.

En estas circunstancias, es imposible, según el sindicato que se atiendan las necesidades de los niños de todos los centros que tienen asignados, las principales víctimas de esta cicatería, pues es su futuro con lo que está jugando la Consejería.

En Tenerife hay 40 escuelas rurales organizadas en nueve Colectivos de Escuelas Rurales (CER): Anaga, El Tanque, Granadilla de Abona, Guía de Isora, Icod de los Vinos, La Matanza, San Juan de la Rambla-La Guancha, Santiago del Teide y Teno-Isla Baja.

Otra de las demandas de los coordinadores de los CER es la aprobación de una normativa específica, ya que se ha eliminado la figura del coordinador general y ahora participan en las reuniones de zona junto con los centros normales, cuyas características nada tienen que ver con las de las unitarias. "Estamos abandonados en cuanto a normativa", aseguran.