Hay veces que culpamos a las instituciones de no colaborar con el deporte y las estadísticas, algunas veces, demuestran la realidad, pero en el caso de la colombofilia es todo lo contrario. Las instituciones en Tenerife han cumplido con crece con este deporte, tanto el Cabildo, con su presidente al frente, y con todos los partidos políticos que han proyectado y aprobado en diferentes plenos para ayudar a esta disciplina. Han construido unas instalaciones modélicas acordes con el siglo XXI. Nos han construido lo que hemos solicitado. Por otro lado, en el Ayuntamiento de Santa Cruz el comportamiento es el mismo. Se propusieron ceder unos terrenos municipales para la construcción del citado proyecto, se aprobó en un pleno y la colaboración fue exquisita, directa y digna de admirar. En definitiva en este caso las instituciones han cumplido y han estado a la altura, los colombófilos nos la prometíamos muy felices, se nos llenaba la boca de orgullo, tenemos las mejores instalaciones de Europa, tenemos el mejor Derby de Europa, tenemos ésto y tenemos aquello, pero lo que ocultamos es que no tenemos derecho a poseer esas instalaciones. No nos merecemos el esfuerzo de las instituciones, lo que en realidad tenemos es nuestra casa llena de envidias, una fábrica de criticones y de amargados y un regimiento de colombófilos con el no. No para todo, no para fastidiar, no para avanzar. Para una gran mayoría de este deporte lo importante es poner piedras en el camino, poner zancadillas y poner obstáculos.

No es cierto que los chicharreros somos unidos, eso es un cuento por lo menos en la colombofilia. La realidad demuestra lo contrario mientras los canariones (lo digo con todo el cariño y respeto) se quejan que su Cabildo y su ayuntamiento no les ayudan y sienten envidia sana de nosotros y de nuestros dirigentes políticos. Algunos de nosotros sólo nos preocupamos de ver como fracasan las personas que están dirigiendo, con un gran esfuerzo, los destinos de la Federación y de estas instalaciones.

El futuro, bajo mi opinión, si no somos capaces de pasar de las personas que sólo piensan hacer daño, si no somos capaces de adquirir un compromiso personal y moral aportando un pichón cada uno (con costo de 60 euros al año) si los 806 colombófilos con licencia de 2010 no damos un paso como este o algo similar, lo que tenemos que hacer es entregar las instalaciones al Cabildo para que las dedique a un uso más provechoso para nuestra Isla o cambiar los palomares por una granja de gallinas para conseguir vender los huevos y así autofinanciar algunos colombófilos que, aparte de no colaborar, piden beneficios.

La próxima asamblea de la Federación Insular de Tenerife debería ser dura, objetiva y por dignidad deportiva. Por seriedad y respeto a este deporte se debería acordar la obligación de aportar un pichón al Derby por cada colombófilo o por el contrario una cuota especial extra de 60 euros por cada uno con licencia. A pesar de la crisis eso viene a significar 0,17 céntimos de euros diarios. Si no somos capaces de hacer ese esfuerzo, repito no nos merecemos tener lo que tenemos. Con esa aportación simple cada año, más los pichones del resto de las Islas, de la Península y del resto de Europa, el Derby funcionaría al completo de su capacidad y entonces sería un éxito deportivo y económico. Entonces sí se podría autosubvencionar a la misma Federación, entonces sí quedaríamos bien con quien nos han ayudado y entonces sí seríamos dignos de la confianza que nos han otorgado.

Ahora estamos a las puertas de unas elecciones, elijamos al mejor candidato y el que salga democráticamente elegido será nuestro presidente con su junta de gobierno. Ese tiene que ser el presidente de todos y el apoyo y la colaboración tiene que ser total. Y al que intente desestabilizar hay que aislarlo, hay que ignorarlo. Ese es nuestro deber si de verdad queremos y amamos este deporte, si no repito marchémonos a casa y dejemos todo.