Policías marroquíes han impedido al eurodiputado de IU Willy Meyer y a tres periodistas españoles desembarcar del avión en el aeropuerto de El Aaiún, donde tenían previsto visitar los campamentos saharauis. Tras el aterrizaje, varios policías entraron y forcejearon y agredieron a varios periodistas que viajaban en el avión y Meyer no pudo desembarcar, afirmando que se han vivido momentos de "gran tensión". El responsable de política internacional de IU afirmó que lo que quiere Marruecos es ocultar lo que está ocurriendo en El Aaiún y que no haya testigos en los campamentos. Al respecto, señaló que "parece ser" que a la misma hora en la que no le dejaban bajar de avión, los antidisturbios y los militares estaban rodeando el campamento para disolverlos.

"Si esto fuera así sería gravísimo. Voy a pedir a la ministra de asuntos exteriores, Trinidad Jiménez, y a la representante de la UE que pidan rápidamente explicaciones a Marruecos porque es intolerable el maltrato y que se impida ejercer la actuación de cualquier cargo público o de cualquier asociación, ONG o personas que quieran transitar libremente por el país", aseveró.

Colonos organizados.- Aunque el resto de pasajeros han desembarcado "con normalidad" en El Aaiún, Meyer, tras ser retenido por la policía, regresó en el mismo avión al aeropuerto de Gran Canaria, aeronave desde la que los periodistas españoles han podido ver cómo colonos que portaban banderas marroquíes estaban informados de su llegada y les esperaban para increparles.

Tras iniciarse los problemas, Meyer comunicó su condición de europarlamentario al comandante del aparato y le ha reclamado que no autorizara la entrada de agentes de la policía marroquí para salvaguardar su seguridad. El comandante del vuelo, Javier Guzmán, recordó a los policías que estaban en territorio español y, tras recriminarle su violencia y "actitud indigna", les exigió su salida inmediata del avión.

Según un comunicado de IU, en los campamentos saharauis se está preparando un gran despliegue por parte del ejercito marroquí y todo apunta a que puede haber una intervención militar para desalojar violentamente los campamentos.

Parlamentarios vascos.- Además, los parlamentarios vascos Nerea Antia (PNV) y Mikel Basabe (Aralar), así como la representante de Aralar en el Parlamento Navarro Nekane Pérez regresaron ayer a España después de haber sido retenidos en Casablanca y de que no pudieran viajar a El Aaiún para visitar el campo saharaui. Acompañados por una representante de la asociación Euskal Fondoa, organizadora del viaje, los cuatros llegaron al aeropuerto de Madrid, para su posterior traslado al País Vasco.

Tras relatar las peripecias que sufrieron en el aeropuerto marroquí, "donde nos hicieron perder el avión hacia El Aaiún", los parlamentarios indicaron que no sufrieron malos tratos físicos, "pero no ha sido un trato correcto, han sido bordes y no nos han dado ningún tipo de explicación".

Reunión en la ONU.- Por otra parte, Marruecos y el Frente Polisario celebran el 8 y 9 de noviembre en Nueva York una tercera reunión informal sobre el futuro del Sahara Occidental, que tendrá como telón de fondo el aumento de las tensiones en la ex colonia española. El objetivo de la reunión es avanzar en la preparación de una quinta ronda del proceso de negociación que las dos partes iniciaron en 2007, pero que desde hace dos años permanece estancado y no tiene visos de reanudarse. También servirá para medir el posible impacto de la tensión que se vive en el territorio a raíz de la instalación del campamento saharaui de protesta de Gdeim Izik, en las afueras de El Aaiún, que se encuentra rodeado por las fuerzas de seguridad marroquíes.

Crece la tensión.- Además, el delegado del Frente Polisario en España, Bucharaya Beyun, ha considerado "una declaración de guerra" el discurso del rey marroquí Mohamed VI, además de un "desafío" a las demandas de la comunidad internacional.

Beyun ha asegurado que el monarca marroquí ha desafiado las peticiones de Naciones Unidas que abogan por rebajar la tensión en la zona para "lograr un clima en el que se pueda negociar". Durante una alocución, el rey Mohamed VI reivindicó el sábado la "marroquinidad" de la parte del Sáhara Occidental al este del muro militar marroquí, una zona controlada militarmente por el Frente Polisario. Es un discurso hostil y, realmente, quiere volver a la confrontación y a las hostilidades", ha dicho Beyun, quien ha recordado que el Polisario ya había manifestado su "disposición de negociar con buena voluntad".