El Cabildo de Tenerife estudia la viabilidad de implantar en la Isla un tren monorraíl, el llamado Transrapid, un sistema guiado de tecnología alemana que se desplaza por levitación magnética (no tiene piloto, motor, ejes, ruedas ni tendido eléctrico) que puede circular a 385 kilómetros por hora. Este tren suplantaría al proyecto de sistema convencional que se ha planteado para la red insular, el tren de velocidad alta que alcanza una velocidad de explotación de 220 kilómetros por hora de media.

En este caso, si los equipos de ingenieros dan luz verde al proyecto, al Cabildo de Tenerife no le supondría un añadido económico, ya que las empresas Siemens, Thyssen Krupp y Transrapid International (forman un consorcio tecnológico y proveedor que asumiría el mantenimiento y asistencia) y el propio Gobierno alemán pondría la diferencia existente entre el tren planeado, que tiene un coste de 3.000 millones de euros, y el que en estos momentos se está estudiando (300 millones más que aportaría el Estado teutón).

Hay que recordar que existe el compromiso por parte del Estado para firmar en el primer trimestre del próximo ejercicio un convenio que garantiza la financiación de los trenes en Tenerife, un acuerdo que supondrá un total de 3.000 millones de euros para desarrollar el sistema guiado en Tenerife mediante la financiación fraccionada durante no más de treinta años por parte del Gobierno español.

Una plataforma elevada.- Este ingenio que se está estudiando muy seriamente por el Cabildo de Tenerife circula por una plataforma elevada que discurre sobre pilares de, al menos, cinco metros de altura y que se desplaza gracias a la tracción de un sistema electromagnético que lo hace avanzar sin rozar la vía (a 1 centímetro sobre ella) y que se frena invirtiendo el sentido del campo magnético de su caja.

Negociación al máximo nivel.- La negociación del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, se está realizando en estos momentos al más alto nivel con el Gobierno de Angela Merkel, "que está deseoso de implantarlo en Europa (ya está presente en Asia) porque el gran problema que tiene el Transrapid en Europa es que le hace la competencia a los sistemas ferroviarios públicos, como puede ser Renfe en España. Aquí no tenemos Renfe, ni ningún sistema de ferrocarriles, ni competencia", dijo.

Tecnología alemana.- Señaló que "el Transrapid es un gran escaparate para la tecnología alemana y el inconveniente que tiene este tipo de trenes es que la diferencia de coste con nuestro tren convencional proyectado lo tendría que poner el Gobierno alemán, al igual que la garantía técnica. Para eso hemos tenido negociaciones al más alto nivel con el Ejecutivo teutón que defiende la joya tecnológica de su corona".

Además, se mostró convencido de que la implantación del Transrapid supondría un importante atractivo turístico e incrementaría el número de visitantes de la Isla con esa oferta de poderse montar en este tren.

Ventajas del Transrapid.- Melchior quiso dejar claro en todo momento que el Transrapid sustituiría al ferrocarril convencional que se tiene proyectado para la Isla, no costaría más y tendría algunas ventajas como una menor ocupación del territorio al estar elevado en una plataforma que podría ir por el ámbito de las medianas de las autopistas o por túneles.

Entre otras más, el máximo representante insular y promotor principal de los trenes en la Isla aseguró que "permite salvar pendientes de hasta un 12% (más que el tranvía) y eso es una gran ventaja viendo nuestra orografía. La segunda gran ventaja es que el espacio dinámico que necesita es menor y la tercera es que sus radios de curvatura pueden ser menores que los de un tren convencional. Con esas tres ventajas nos permitiría ocupar el menor territorio posible con una mayor utilización de la mediana de la autopista y con menos afecciones al resto del territorio. Luego tendría la ventaja de la velocidad. Es un tren que conectaría los dos aeropuertos en 20 minutos, aproximadamente".

Dudas sobre la velocidad.- Ricardo Melchior explicó al respecto de las dudas creadas por la altísima velocidad que desarrolla el Transrapid que el plan podría ser que no parara en cada una de las paradas que hay, por ejemplo entre el Norte y el Sur. "No en todas se tiene por qué parar cada diez minutos. Puede ser que haga todo el recorrido parando en seis intercambiadores y el siguiente tren se pare en los otros o que sean obligatorias unas paradas y otras no... Con eso se optimizaría y se cumpliría con un servicio muy rápido con tiempos extraordinarios y sin dejar tocar cada parada".

Viabilidad del nuevo proyecto.- El presidente se muestra optimista de que se certifique la viabilidad del proyecto del Transrapid. En este sentido piensa que sí es posible la implantación de este sistema, "aunque más importante que mi opinión es la de los expertos". Adelantó que existen varias empresas alemanas que ya están estudiando metro a metro la posibilidad gracias a la información de todos los estudios que ya ha desarrollado Metropolitano de Tenerife SA (MTSA), la empresa encargada de la implantación de los sistemas ferroviarios en la Isla, y del propio Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) elaborado por la propia Corporación insular.

Visita de Ricardo Melchior para probar el Transrapid

El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, visitó este verano la localidad alemana de Lathen para probar junto al consejero de Economía y Competitividad y el gerente de Metropolitano de Tenerife SA (MTSA), Carlos Alonso y Andrés Muñoz, respectivamente, el Transrapid en un circuito de pruebas de algo más de 55 kilómetros. El ingenio está avalado por el Gobierno alemán y por un consorcio tecnológico importante de empresas que están poniendo todo tipo de facilidades para que la Corporación insular apueste por este sistema que se lleva probando desde hace al menos 15 años y que ya funciona en Shangai (China). El miércoles pasado, los informativos de las dos cadenas públicas alemanas se hicieron eco del interés del Cabildo de Tenerife por estudiar la viabilidad de desarrollar en Tenerife este tipo de tren guiado. Los resultados de estos estudios podrán ver la luz en tres o cuatro meses.