Los sindicatos de la enseñanza han celebrado como un "rotundo éxito" los niveles de participación en las dos manifestaciones celebradas el jueves en defensa de la educación pública y contra los recortes presupuestarios en materia educativa.

Así, STEC-IC considera que el objetivo de la movilización se ha cumplido "sobradamente". La organización insiste en que todos los participantes "abrazaron" la misma idea: que el presidente del Gobierno de Canarias "roba" el dinero a la educación pública.

El sindicato ha expresado su confianza en que el Ejecutivo no haga oídos sordos a esta reclamación en la calle. "Exigimos al presidente del Gobierno y a la consejera de Educación que aseguren la calidad del servicio público de educación, que detengan los recortes ya anunciados y que inviertan las prioridades de inversión para Canarias. Y si no son capaces de hacerlo, que dimitan", advierte el STEC-IC.

Por su parte, FETE-UGT ha aplaudido el "destacado protagonismo de alumnos y familias, los más directamente afectados por los recortes presupuestarios y la nefasta política desarrollada por la Consejería". La implicación directa de la comunidad educativa en la defensa de sus intereses es una "gran noticia" porque "demuestra la toma de conciencia de la sociedad en la importancia de la calidad educativa para el futuro de las nuevas generaciones y el avance de la sociedad en general" y porque "derrumba los argumentos con el que la Administración ha intentado justificar el clamor popular de los últimos dos meses ante los incumplimientos del derecho constitucional a la educación".

Recurso

"Nos alegramos de la alta participación de la comunidad educativa en las manifestaciones", ha señalado EA-Canarias, que también ha anunciado la presentación de un recurso contencioso-administrativo contra las instrucciones de comienzo de curso dictadas por la Consejería, donde se incluye el polémico plan que establece la organización de los centros para que cubran con su plantilla docente las bajas de corta duración del profesorado.

Finalmente, ANPE defiende su participación en la marcha alegando que "lo fundamental era trasladar al Gobierno un mensaje de protesta y rechazo social a las continuas medidas de empeoramiento de la calidad educativa", pero explica que no se ha incorporado a la plataforma promotora de la iniciativa porque sigue reivindicando "la presencia y la participación de todos los sindicatos del sector, sin ningún tipo de exclusiones ni limitaciones".