La hermana del adolescente de 14 años que murió el domingo por disparos de policías marroquíes cerca de El Aaiún, Esaida Elgarhi, aseguró hoy que su hermano sólo llevaba "alimentos para su familia" cuando el vehículo fue tiroteado.

"Mis hermanos no llevaban nada, sólo alimentos al campamento de protesta saharaui, y se encontraron con militares marroquíes que les dispararon y mataron a mi hermano (Nayem Elgarhi) e hirieron a otro (Zubeir Elgarhi)", señaló Elgarhi a un reducido grupo de periodistas en El Aaiún.

"Lo que dijo el Gobierno marroquí es mentira", dijo la joven, quien quiso refutar así la versión de Rabat de que el vehículo tiroteado contenía "un verdadero arsenal", en el que había "puñales, cócteles molotov y armas de fuego", según había dicho el ministro marroquí de Comunicación, Jalid Naciri.

Asimismo, Elgarhi se mostró preocupada por el paradero de su hermano Zubeir, después de que los médicos del Hospital Militar de El Aaiún le comunicasen que "los gendarmes se lo habían llevado junto a otros dos heridos".

Gran parte de la familia de Elgarhi se encuentra todavía en el campamento de Gdaim Izik, a unos 18 kilómetros de El Aaiún, donde protestan junto a miles de saharauis contra la situación socioeconómica en que se encuentra esta población en la ex colonia española.

La madre del menor ha puesto una denuncia, a la que hoy tuvo acceso Efe, contra "los responsables militares que le causaron su muerte" ante el Procurador del Rey (Fiscalía) del Tribunal de Apelación de El Aaiún y el Procurador del Rey del Tribunal Militar de Rabat.

Elgarhi explicó que el acceso de alimentos al campamento está muy restringido por el cerco policial y militar en torno a las jaimas, por lo que, según ella, sus hermanos viajaban a diario para intentar introducir comida.

"La Gendarmería Real marroquí impide la entrada en el campo el campo está cercado por el Ejército. Impiden la entrada de alimentos y agua, así que dentro tienen que sacar el agua de un antiguo pozo", dijo.

Fuentes saharauis dentro del campo explicaron que el cerco militar se ha intensificado en las últimas horas, mientras las negociaciones entre tres "walis" (gobernadores) y el comité que coordina el campamento de protesta siguen sin dar fruto.