Canarias es una de las comunidades autónomas con un mayor número de alumnos que se han quedado sin poder cursar estudios de Formación Profesional por la escasez de plazas en los ciclos a los que aspiraban acceder. Se trata, según los cálculos de UGT, de unos 7.000 jóvenes -además de otros 3.200 que estudian ciclos distintos a los que eligieron inicialmente-, lo que convierte al Archipiélago, según el secretario federal de la federación de enseñanza del sindicato, Carlos López Cortiñas, en una de las regiones más afectadas por este problema. Entre 50.000 y 60.000 estudiantes se encuentran en esta situación en toda España.

López Cortiñas se encuentra en Tenerife para asistir a las Jornadas de FP "Energías renovables y sostenibilidad. Ley de Economía Sostenible", organizadas por FETE-UGT Canarias, que comenzaron ayer en el IES La Laboral de La Laguna y que cuentan con la presencia del director general de Formación Profesional del Ministerio de Educación, Miguel Soler.

Aunque no quiso entrar en la situación particular de las Islas, Soler recalcó la necesidad de incrementar el número de plazas de FP en todo el país, una medida con la que el crecimiento "constante" que han experimentado estas enseñanzas en los últimos tres años -han sido las únicas que lo han hecho- "hubiera sido incluso mayor".

El Ministerio de Educación destinará 87 millones de euros para impulsar la ampliación de la oferta de plazas, mientras que el conjunto de las comunidades autónomas deberán aportar la misma cantidad. La idea, detalló el director general, es facilitar que "todos los jóvenes que quieran seguir estudiando puedan hacerlo".

La necesidad de que la Formación Profesional sea "más flexible", disponga de "suficientes caminos para obtener el título" y articule "pasarelas" que permitan el paso de unas enseñanzas a otras fue destacada tanto por el representante del Ministerio como por el dirigente de UGT, aunque este último insistió en la importancia de que estas pasarelas se diseñen "con rigor".

El reto que se propone la Administración -en el que es preciso que "todos los sectores se mojen", a juicio de Soler- es elevar la proporción de jóvenes que optan por la FP, que está por debajo de otros países europeos. Que esta empresa fructifique pasa por "poner en valor los éxitos de la FP", como son su alto índice de inserción laboral, por encima del 80%, así como por reforzar la conexión con las demandas del mercado de trabajo, sin dejar de lado la faceta de "formación integral" que tienen estas enseñanzas.