La única momia aborigen descubierta en la Isla, concretamente en la necrópolis del barranco del Espigón, en Puntallana, fue embalsamada con piel de ciervo, un animal que nunca existió en el territorio insular, según los estudios realizados en la Unidad de Biología Evolutiva de Barcelona tras analizar los restos remitidos por el departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo.

El hallazgo demuestra que los primeros aborígenes, de la fase I en la que se sitúa esta zona benahorita, trasladaron desde su lugar de origen, previsiblemente desde el norte de África, la piel en la que embalsamaron al que supuestamente era su líder o persona de referencia, una piel de ciervo que, teniendo en cuenta esta realidad, era un bien muy preciado para los primeros pobladores de La Palma.

En esta necrópolis se encontraron además diferentes restos óseos de otros quince cuerpos. Sólo apareció una momia completa, cubierta en parte por pieles de animales perfectamente curtidas, cosidas y atadas con cuerdas vegetales. El tratamiento que se daba a los difuntos hace pensar que entre los primeros pobladores también había diferencia de clases, es decir, llegaron claramente jerarquizados.

Además, destaca que esta piel de ciervo es uno de los pocos objetos que se han descubierto en toda Canarias, quizás el único, que con seguridad fue introducido por los aborígenes.

Cabras, ovejas...- El arqueólogo Jorge Pais, técnico de Patrimonio Histórico, reconoció la sorpresa mayúscula que para los especialistas en la vida de los primeros pobladores supuso el resultado de las investigaciones en Barcelona: "Hasta ahora nunca se habían encontrado en Canarias restos aborígenes de animales domésticos que no fuesen de ovejas, cochinos, cabras, perros y gatos. El hallazgo de piel de ciervo abre nuevas posibilidades de investigación, en las que debemos seguir profundizando", afirmó.

Las conclusiones de la investigación fueron expuestas por el investigador de la Unidad de Biología Evolutiva de Barcelona Oscar Ramírez, quien aclaró que científicamente "no se puede asegurar" al 100% la procedencia del ciervo con el que fue embalsamado el aborigen, aunque todas las investigaciones apuntan a que los primeros pobladores llegaron del norte de África.

Excavación de los 70.- La necrópolis del barranco del Espigón no es, ni mucho menos, de las más recientes. Más bien, al contrario. Fue excavada a mediados de la década de los 70 por los doctores Mauro Hernández Pérez y Dimas Martín Socas. Sin embargo, los resultados de estos trabajos nunca fueron publicados en su totalidad y las únicas referencias sobre el yacimiento se encuentran en el trabajo "La Palma prehispánica" de 1977, en la página 45, donde se habla de los restos óseos encontrados y, al fondo de la cueva, "cadáveres que conservan restos de piel en algunas partes de su cuerpo. Uno de los cuerpos estaba en posición decúbito supino, y decúbito lateral flexionado el otro, el cual, cuando se inició la excavación, carecía de parte del tórax y de las extremidades superiores".