El consejero de Turismo del Cabildo de Tenerife, José Manuel Bermúdez, instó ayer a los empresarios isleños del sector a "hacer lo indecible" para que no baje la calidad de sus servicios, que es una de las consecuencias de la caída "generalizada" de precios a la que se han visto abocados en la actual crisis económica.

Éste fue uno de los mensajes que Bermúdez lanzó durante el VI Congreso Turismo de Tenerife, que se celebró en la Sala de Cámara del Auditorio de la capital tinerfeña ante una nutrida representación de profesionales del sector y autoridades políticas.

Durante su conferencia, Bermúdez expuso algunos datos que invitan a hablar de recuperación turística en Tenerife, como el alza del 3% en el número de clientes hasta agosto respecto al mismo periodo de 2009, pero advirtió de que "no son suficientes".

Así, apuntó que aún hay que recuperar el terreno que se perdió el año pasado y, lo que es más importante, atajar "los pobres resultados de rentabilidad de las empresas", incluso de aquellas que mejoran sus índices de ocupación.

Esos resultados, explicó el titular insular de Turismo, vienen determinados por la bajada de los precios, que abre la puerta a que se deteriore la calidad del servicio "y del destino en general".

En este punto, hizo un llamamiento al empresariado "para que esto no suceda y haga el mayor de los esfuerzos por resistir la presión de bajar la calidad", y calificó de "error" adoptar decisiones guiadas por una visión "cortoplacista".

Por contra, apostó por los negocios innovadores, aquellos en los que la renovación "es una constante y no algo excepcional" y que "serán los ganadores" del escenario que siga a la actual crisis.

Llamada a la autocrítica

Además, para generar "certidumbre" en el sector, Bermúdez recordó que Tenerife contará este invierno con 600.000 plazas aéreas más que en el anterior y subrayó el creciente protagonismo de las aerolíneas de bajo coste en la Isla.

Bermúdez resaltó el "empeño" del Cabildo en "ganar calidad y no perder cantidad", y esgrimió el logro de la congelación y rebaja de las tasas aeroportuarias. Para prolongar esta medida, que ahora cuestiona el Gobierno estatal, la institución "está haciendo valer toda su influencia política", indicó.

En su análisis de la coyuntura turística, el consejero también hizo alusión al Puerto de la Cruz y, en general, al Norte de la Isla, del que cuestionó su "capacidad para capear la crisis". "Su competitividad -abundó- se ha visto mermada por el desgaste del destino y, tal vez, del producto".

Tras resaltar que el convenio de rehabilitación que lidera Turismo de Tenerife ha permitido invertir 32 millones de euros en el Puerto de la Cruz, avisó de que el futuro "no reside sólo en la inversión pública" y pasa por "la catarsis que puede generar la combinación de ésta y un compromiso real de un empresariado activo" al que, además, reclamó "autocrítica".

También el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, había hecho referencia al Puerto de la Cruz durante la inauguración del congreso. En línea con las palabras del consejero, apuntó que la ciudad turística "superará la crisis si todos los agentes trabajan".

Melchior subrayó que el turismo "tiene suficiente fortaleza en la Isla para superar estos momentos" y se mostró confiado en que el próximo año traiga consigo "mayores rentabilidades para los hoteleros".

La sexta edición del congreso Turismo de Tenerife, que rozó el lleno de la sala en que se celebró, contó con las conferencias del director de Design Innovation en Milán y Las Palmas, Carmelo di Bartolo, y del adjunto a la presidencia de la cadena AC Hoteles, Raimon Martínez.

A estas ponencias se sumó la exposición de cuatro "casos de éxito" en el turismo tinerfeño: el "coaching", sobre el que disertó el consejero de dirección del hotel Paradise Park, Bruno Correa; el cluster Turisfera, que presentó su presidenta, Dolores Rodríguez de Azero; los lazos de vino y turismo, que esbozó el propietario de Bodegas Monje, Felipe Monje, y el uso del Loro Parque como plató audiovisual, faceta de la que dio cuenta el periodista Carmelo Rivero.