El pequeño y mediano comercio de Canarias se ve a sí mismo "en caída libre" tras una campaña de rebajas de verano en que las ventas disminuyeron un 10 por ciento respecto a 2009, y no se observa "ningún indicio ni esperanza" de que la situación vaya a cambiar en el último cuatrimestre del año.

El mismo concepto de rebajas y su efecto llamada están ya desvirtuados, porque con otros nombres, como descuentos u ofertas, desde verano de 2009 hay de hecho campañas de precios de hasta un 50 o 70 por ciento inferiores.

Pero eso no ha sido suficiente para que los pequeños y medianos comercios puedan deshacerse de sus existencias, explicó Carlos Ravelo, asesor jurídico de la Federación de Comercio de Tenerife (Fedeco).

En el verano de 2009, la patronal comercial tinerfeña observó un descenso en las ventas del 15 por ciento respecto a 2008, y este pasado verano se ha producido una reducción adicional de entre el 10 y el 15 por ciento, lo que lleva a que los comerciantes acumulen los productos de verano y carezcan de liquidez para acometer las compras de la nueva temporada, en un contexto de falta de financiación bancaria.

El descenso del consumo se está profundizando y la campaña de descuentos se ha hecho permanente. Incluso la mayoría de los comercios, hasta un 90 por ciento de ellos, mantienen en septiembre las ofertas del verano, aunque ya legalmente no se puedan llamar rebajas, para sacar su mercancía "a precios irrisorios", alertó Ravelo.

"Estamos en caída libre en el índice de ventas, desciende el consumo y eso tiene su traducción en la pérdida de empleo y en el cierre de comercios", indicó.

Cualquiera puede observar que antes, cuando cerraba una tienda en una calle comercial, enseguida empezaba otra actividad, pero ahora se mantienen los locales vacíos. "Eso significa que el nuevo emprendedor está cogiendo miedo", dijo el representante de Fedeco.

Las escasas ventas están generando importantes problemas de liquidez para afrontar la campaña de otoño en muchos comercios que ya entraron en la crisis con algunas deudas, debido a que la dificultad de obtener financiación de las entidades financieras.

El Gobierno de Canarias dispuso avales por 100 millones de euros para los pequeños y medianos comercios, dijo Carlos Ravelo, pero "han sido un fracaso" porque los requisitos son incluso más duros que los de los bancos.

Para el representante de la patronal, el final de año no es "nada halagüeño, no existe ningún tipo de indicio ni factor que indique que la situación va a cambiar, ni en consumo ni en actividad".

No es sólo que el elevado desempleo en Canarias, el más alto de España, anticipe que las familias van a seguir sin dinero para consumir, sino que los beneficios de la recuperación en el número de turistas llegados durante el verano no alcanzan al pequeño y mediano comercio.

La modalidad turística del todo incluido está aumentando, ya alcanza al 32 por ciento de la oferta en Tenerife, indicó Carlos Ravelo, y a la vista está en las zonas turísticas: "locales cerrados, escasísima actividad comercial y turistas que no salen de los hoteles".

La patronal comercial tinerfeña tampoco encuentra alivio en el Gobierno de Canarias, cuyo director general de Comercio, Arturo Cabrera, "no se ha reunido ni una sola vez con el sector" en los seis años que lleva en el cargo, denunció el asesor jurídico de Fedeco.

Para Ravelo, el problema del sector con el Gobierno de Canarias es "su interlocutor", el director general de Comercio, con quien "el diálogo es cero", además de que "tiene escasos recursos técnicos para aportar la mas mínima idea para ayudar al pequeño y mediano comercio".

Medidas como el apoyo a las zonas comerciales abiertas, la apuesta por el comercio de barrio, la creación de centrales de compra y la firma de convenios con las entidades bancarias para que faciliten financiación son propuestas del sector sobre las que no ha habido respuesta por parte del Gobierno de Canarias, declaró Carlos Ravelo.