La economía europea aceleró su recuperación en el segundo trimestre de 2010 con una subida del producto interior bruto (PIB) del 1 por ciento tanto en la zona euro como en el conjunto de la UE.

La primera revisión de los datos de PIB de este periodo, difundida hoy por la oficina de estadística comunitaria, Eurostat, confirmó las cifras que fueron avanzadas en el primer cálculo del 13 de agosto.

También confirmó la importante aportación de la economía alemana, que registró un aumento del PIB del 2,2 por ciento.

En el primer trimestre de 2010, el crecimiento de la zona euro y de la Unión Europea (UE) fue del 0,3 por ciento.

Se trata del cuarto trimestre consecutivo que la economía europea se expande, lo que viene a confirmar la consolidación de la recuperación en el Viejo Continente; aunque las diferencias entre países son notables, con expansiones más débiles en socios como España y Portugal, que crecieron un 0,2 por ciento; o Grecia, única economía europea que siguió en recesión (1,5 por ciento menos).

La segunda estimación publicada hoy por Eurostat sí aporta un leve cambio en la evolución interanual del PIB europeo, que en los últimos doce meses aumentó un 1,9 por ciento tanto en la zona euro como en el conjunto de la UE, en vez del 1,7 por ciento anunciado anteriormente.

Las evolución interanual del anterior trimestre también ha sido revisada para las dos zonas, donde la economía se expandió un 0,8 y un 0,7 por ciento, respectivamente, en vez de un 0,6 y un 0,5 por ciento.

La oficina de estadística comunitaria también ofreció hoy datos sobre la evolución de los componentes del PIB en el segundo trimestre de 2010, donde destacó la mejora del comportamiento de las exportaciones, que progresaron un 4,4 por ciento en la zona euro y un 4 por ciento en el conjunto de la UE (respecto al 2,4 y el 2 por ciento vividos los tres meses anteriores).

Por su parte, las importaciones también aumentaron, un 4,4 por ciento en la zona euro y un 4 por ciento en los Veintisiete (tras registrar respectivas subidas del 4 y del 3,6 por ciento, el trimestre anterior); mientras que las inversiones se incrementaron un 1,8 y un 1,7 por ciento, respectivamente, tras sendas bajadas del 0,4 y del 0,6 por ciento.

Los hogares también mejoraron ligeramente su comportamiento en el segundo trimestre del año, cuyo consumo final aumentó un 0,5 por ciento tanto en la zona euro como en el conjunto de la UE, después de incrementos del 0,2 y del 0,1 por ciento, respectivamente, en el trimestre precedente.

En conjunto, la economía europea se comportó mejor en el segundo trimestre que la de sus principales competidoras, que han revisado a la baja sus estimaciones de PIB para ese periodo, hasta el 0,4 por ciento en el caso de EEUU (respecto al 0,9 por ciento registrado de enero a marzo de 2010) y del 0,1 por ciento en el caso de Japón (frente al 1,1 por ciento del trimestre precedente).

En los últimos doce meses en cambio, Estados Unidos aventajó a Europa, al registrar un aumento del PIB interanual del 3 por ciento.

Más allá de Alemania, las grandes economías de la región también avanzaron en la salida de la crisis, con crecimientos trimestrales del PIB del 1,2 por ciento en Reino Unido (Eurostat ha modificado una décima al alza su dato para ese periodo), del 0,9 por ciento en Holanda, del 0,6 por ciento en Francia y del 0,4 por ciento en Italia.

Entre los Estados miembros para los que existen datos, la recuperación más avanzada se registró en Lituania, donde el PIB se incrementó un 3,2 por ciento en el segundo trimestre respecto al trimestre anterior (Eurostat ha elevado considerablemente este dato frente al 2,9 por ciento que ofreció a medidos de mes).

Le sigue de cerca Finlandia, que creció un 3,1 por ciento respecto a la caída del 0,4 por ciento vivida el trimestre anterior; y Estonia, con una subida del 2 por ciento, frente a la bajada del 2 por ciento registrada en los tres meses anteriores.

En el otro extremo sólo se situó la citada Grecia, donde la recesión se ha agravado, como muestra la caída trimestral del PIB del 1,5 por ciento debido al recorte del gasto público puesto en marcha para evitar la bancarrota del país y a la caída de la demanda.