El Ayuntamiento de Guía de Isora ha tenido que tomar medidas muy drásticas con los propietarios de perros para evitar que las zonas públicas se ensucien por heces. De hecho, la Ordenanza de Convivencia en Lugares Públicos establece la obligatoriedad de que todo aquel que saque a la calle a su mascota debe portar consigo una bolsa, pues en el caso de no llevarla será sancionado con una multa de 500 euros.

"Previendo un aumento de población en la zona costera en los meses de verano se decidió incorporar esta medida a dicha normativa municipal para crear conciencia entre los titulares de canes", explica el alcalde isorano, Pedro Martín Domínguez.

Señala que, "a pesar de que hay muchas personas responsables en recoger los excrementos de sus perros, hay otros muchos que utilizan los jardines y parques infantiles para llevar a defecar a sus mascotas, creándose situaciones de insalubridad y riesgo que no se pueden permitir".

"Ante esta situación, hemos entendido que, al igual que se saca al perro con su correa y collar, el dueño al salir debe portar una bolsa para que la utilice en caso de necesidad. De hecho, cualquier agente de la Policía Local puede requerir al propietario que le muestre si lleva, al menos, una bolsa y en el caso de que no la lleve se le incoará una multa de 500 euros", manifiesta el presidente de la corporación local.