La escuela rural Madre del Agua, en Tacoronte, se consolida como una propuesta de convivencia con la naturaleza durante el verano para los más jóvenes, con una trayectoria de diez años. Un equipo de profesionales especializados en el desarrollo del conocimiento dirige esa iniciativa docente en la que se inculcan los valores del cuidado y la protección del medio ambiente durante los meses de julio y agosto a los niños, que se distribuyen por sectores en función de la edad o niveles educativos y que asisten desde las ocho de la mañana hasta las tres y media de la tarde. Según explican sus promotores, la finca, de 5.000 metros cuadrados, situada en pleno bosque de Agua García, "ofrece a los niños una manera distinta de vivir la naturaleza con la práctica de todas aquellas actividades que, por el ritmo de vida de la sociedad actual, han quedado apartadas de nuestra realidad cotidiana".

Entre los talleres que se llevan a cabo, destaca el trabajo en la huerta biológica, sembrando y cosechando frutas y hortalizas.