La sorpresa saltó en todas las redacciones de los periódicos en torno a las 14:00 horas del mediodía. A través de un comunicado de prensa, el alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo (CC), informaba de la destitución de Ángel Llanos (PP) como concejal de Recursos Humanos del consistorio capitalino a petición de sus compañeros del Grupo Municipal del PP. En pleno mes de agosto y sólo un año y una semana después de que el propio Zerolo lo destituyera como concejal de Economía y Hacienda y primer teniente de alcalde, algo que a la postre originaría la ruptura del pacto entre CC y PP, el ex líder de los populares volvía a tropezar con la misma piedra.

El cuerpo del escueto comunicado era el siguiente: "El concejal del Partido Popular (PP) Ángel Llanos ha dejado de pertenecer al Grupo de Gobierno Municipal en la mañana de hoy (por ayer) tras ser destituido como responsable del área de Recursos Humanos y Consumo del Ayuntamiento capitalino. La destitución ha sido solicitada por el Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en un escrito dirigido al alcalde alegando como motivo para dicha petición "la pérdida total de confianza en su persona (en referencia a Ángel Llanos)". La destitución se ha hecho efectiva este mediodía tras la firma del correspondiente decreto por parte del alcalde de la ciudad".

Otra vez la "pérdida de confianza", argumento que ya esgrimió Zerolo el 28 de julio de 2009 para deshacerse de su socio de gobierno, fue la coletilla utilizada en un escrito firmado por los concejales del PP Maribel Oñate, Jaime Hernández-Abad, Sheila Trujillo y Juan Manuel Brito Arceo y por el coordinador y concejal no electo, Manuel Fernández Vega.

Como siempre, cuando de zancadillas a Llanos se refiere, Alfonso Soriano se quedó al margen. De hecho ni siquiera se le informó de tal decisión. De ahí sus agrias palabras hacia sus compañeros de bancada: "Unos señores que han aceptado los planteamientos de Manuel Fernández que es quien manda en el Grupo con la estrategia de cargarse a Ángel Llanos".

Soriano, que tildó de "gravísimo error cometido por unos insensatos" la decisión adoptada, aparentemente, por los ediles populares, llegó a comparar la actitud de sus compañeros con la del caudillo Francisco Franco: "Cuando Franco se quería cargar a alguien decía lo mismo que le han dicho a Llanos, que había pérdida de confianza. Que digan la verdad si se atreven".

Lo que está claro es que esta nueva vuelta de tuerca a las relaciones internas en el PP sume en una crisis absoluta al Grupo Municipal que, a partir de ahora, estará integrado por un consejero-coordinador metido con calzador por Cristina Tavío tras la reedición del pacto, cuatro concejales con áreas de gobierno y dos concejales excluidos del resto y que van por libre en su toma de decisiones.

Además, lo particular del caso fue cómo el otrora líder indiscutible de los populares, Ángel Llanos, se enteró de la decisión que habían tomado para apartarlo de sus tareas de gobierno. Fue con una llamada, a las 13:00 horas, de Miguel Zerolo para hacerle saber que había recibido un escrito en el que "se le pedía su cabeza", políticamente hablando.

La filtración es la clave

Cabría preguntarse qué se esconde detrás de esa repentina y enigmática "pérdida de confianza" en un Llanos por el que todos los concejales abandonaron el pacto con CC en julio de 2009. La respuesta estaría en la filtración del denominado "caso facturas", que muchos integrantes del partido de la gaviota le achacan al "pibe de Ofra". El hacer pública la justificación de los gastos realizados por el PP en el pasado mandato en el ayuntamiento (con Cristina Tavío a la cabeza) mediante facturas personales, algo que está siendo investigado por la Fiscalía Anticorrupción, habría sido la gota que colmó el vaso de la paciencia con un Llanos que nunca ha sido el "ojito derecho" de Tavío.

Sin embargo, la presidenta insular del PP ha señalado que respeta "profundamente" la decisión "mayoritaria e independiente" del Grupo, a la vez que expuso que ya "se había tenido mucha paciencia". Pese a todo, tampoco se le escapa a nadie que una decisión de tal calado debe tener el consentimiento de la propia Tavío y del líder regional, José Manuel Soria.

Por otro lado, fuentes del PP críticas con la gestión de Tavío han apuntado la necesidad de la presidenta insular de extender una "cortina de humo" que tape el escándalo del "caso facturas". De esta forma, habría obligado a los concejales en Santa Cruz a firmar el escrito que pide la destitución de Llanos a cambio de prometerles su inclusión en las listas al ayuntamiento en las próximas elecciones, listas que probablemente ella misma encabece. Así, mataría dos pájaros de un tiro: se cargaría a Llanos, como suele decir Alfonso Soriano, y lograría distraer la atención del "caso facturas". Por lo pronto, el ex líder del PP ya se plantea trasladar a la Coca Cola (empresa en la que desempeñó su labor profesional) la anulación de su excedencia.