ESTAMOS más que seguros de que eso de "de enseñar a facilitar el aprendizaje" le sonará a "cuento chino" a más de un catedrático de aquellos que se graduaron allá por el siglo pasado, y que no han tenido más remedio que adaptarse a su entorno si es que querían sobrevivir en este complicado mundo de la enseñanza.

Mi entrañable amigo Amancio E. Ojeda Saavedra, me envía nuevamente desde el diario El Carabobeño, Valencia, Venezuela, una auténtica perla con este mismo título -"De enseñar a facilitar el aprendizaje"-, que por su importante interés comentaré ampliamente en el próximo congreso de la Confederación Panamericana de Escuelas de Hotelería, Gastronomía y Turismo (CONPEHT) que se celebrará, Dios mediante, en Bucaramanga, Colombia, el próximo mes de octubre.

El artículo de mi amigo no tiene desperdicio alguno. Copio literalmente, con algunos matices: "Cuando alguien "enseña" el otro no tiene más posibilidades de aprender que lo poco o lo mucho que sabe el que "enseña", pero con la limitación de que debe aprenderlo -aunque sea mucho- bajo la única mirada dada como la verdad por quien "enseña". Con dolor observo a maestros de escuela, profesores universitarios, instructores organizacionales, etc. anclados en el viejo sistema de hacer una "clase" más aburrida que la otra, donde en cada oportunidad ellos demuestran lo mucho que saben, pero se olvidan de hacer que los otros realmente aprendan a través de la acción de sus propias experiencias".

Apunta Amancio Ojeda que todo este proceso necesita un cambio rápido, cambio que nosotros, conocedores desde hace muchos años del problema y de los caldos que lo alimentan, sabemos no puede llegar si no es con el aporte de una enseñanza que no esté sujeta al rigor de una política que en la mayoría de los casos está equivocada, o responde sólo a unos intereses que no es este el espacio para analizarlos.

"Ese proceso que desde hace mucho hemos llamado "enseñanza-aprendizaje" está agotado, cumplió su rol histórico y debe pasar al retiro; hoy los hombres y mujeres necesitamos, sobre todas las cosas, contar con facilitadores del aprendizaje, profesionales que en una relación horizontal hagan del proceso de formación una actividad entretenida, que permita aprender de otros, que se pueda experimentar y elegir qué aprender".

"Un facilitador de aprendizaje debe ser reconocido por su capacidad de armonizar los contenidos con su aplicación en la vida real; se destaca por señalar las posibilidades que ofrecen los contenidos, no por declarar una verdad; un facilitador hace del aprendizaje una experiencia transformadora de la conducta, no sólo de un vaciado de contenido; el facilitador de hoy garantiza que la experiencia sea divertida, dinámica y que lo aprendido tenga verdadera utilidad en la vida personal y profesional del educando".

No es nuevo para nosotros este planteamiento. Estamos en esa senda de la evolución de la enseñanza desde hace muchos años y en particular desde nuestra participación en el Consejo de Educación de la Organización Mundial del Turismo, donde muchos de sus miembros tienen como una constante el estudio de los métodos de enseñanza, estando en la actualidad en periodo de evolución y experimentación toda una gran planificación sobre este particular, ya que las enseñanzas turísticas son de las que han sido -lo siguen y seguirán siéndolo- una de las más afectadas por esta situación en muchos lugares del mundo.

Esta, y no otra, es la razón por la que nos congratula y nos alegra enormemente que en la Villa de La Orotava aparezca -seguramente no caída del cielo- la imagen de la Universidad Europea, entidad privada de la cual conocemos algo, precisamente a través de señalados miembros de la misma con quienes hemos participado en estudios y debates en la propia Organización Mundial del Turismo, así como por las referencias de algún destacado graduado en ella que tenemos desde hace años entre nuestros más valiosos colaboradores.

Todo esto viene muy a cuento, cuando los estudios de turismo en España, en particular, siguen estando como antaño, encorsetados en programas oficiales que conocemos de sobra, y que difícilmente le sirven a sus graduados, diplomados, o como se les llame, para más tarde desarrollar con éxito su labor profesional, tanto en la empresa pública como en la privada.

El caso americano ronda por unos caminos distintos, ya que en el seno de la CONPEHT existen quienes analizan, y saben hacerlo, los resultados que se obtienen de una u otra manera, aplicando fórmulas apoyadas en experiencias de todo el mundo, en las que está presente, precisamente, ese modelo que señala Amancio Ojeda como "una relación horizontal"… con lo que han generado una toma de conciencia sobre la necesidad de una preparación académico-profesional del más alto nivel, que tiene mucho que ver con la eficiencia en producir el personal suficientemente preparado que necesitan las empresas, soporte indiscutible del desarrollo del turismo en cualquier latitud del mundo.

Una universidad privada en la Villa de La Orotava es una forma de romper esos viejos moldes que señala Amancio E. Ojeda. Una entidad privada con un sólido prestigio internacional como lo es la Universidad Europea sabe mucho de esto.