José María Rodríguez es un meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Canarias que trabaja en hacer simulaciones del clima en el Archipiélago, cuyos resultados podrán utilizar los sectores económicos de las islas para adaptarse a los cambios climáticos que se producirán en 50 o 100 años.

Las datos que se obtengan con estas simulaciones serán de utilidad, por ejemplo, en sectores como la agricultura, la construcción, la planificación hidrológica, la producción energética o el sector turístico, dijo durante una entrevista José María Rodríguez.

Un buen ejemplo, explicó José María Rodríguez, lo podemos encontrar en la planificación hidrológica.

Actuaciones como la construcción de embalses, trasvases o plantas desaladoras requieren una inversión elevada, y los responsables de su planificación deberán contar con proyecciones fiables en las que basar sus decisiones, explicó José María Rodríguez.

La agricultura brinda otro ejemplo, pues los cultivos no se pueden cambiar de un día para otro y es necesario disponer de estudios que digan qué condiciones habrá al cabo de un tiempo determinado, explicó este meteorólogo.

Y esos datos se obtienen con simulaciones regionales de clima. Estas simulaciones se elaboran a partir de los resultados obtenidos con modelos de clima globales, que realizan su cálculos para toda la Tierra.

A pesar de utilizar para ello los mejores súper-computadores, se precisa tanto tiempo de cálculo que la resolución espacial de los modelos globales ha de verse limitada.

Posteriormente se utiliza un modelo regional, de mayor resolución, con el que es posible mejorar la representación de las característica locales, como el relieve y el tipo de suelo, y de este modo mejorar la simulación del clima regional.

Hay dos tipos de técnicas para dar este paso entre los modelos globales de clima y la simulación regional.

En la primera, denominada regionalización dinámica, se introduce un modelo meteorológico de mayor resolución que utiliza como datos de entrada los del modelo global. Este modelo de alta resolución incorpora las características locales citadas.

La técnica de regionalización estadística, en cambio, se basa en relacionar las variables predichas por los modelos globales y las medidas obtenidas en los observatorios meteorológicos.

Estas medidas, las series de datos climáticos, son características del clima de la zona en que se encuentra el observatorio.

Ambas técnicas son complementarias y son empleadas por Aemet en sus estudios, que precisan para su elaboración, aparte de las medidas obtenidas con la red de observación de la Agencia Estatal de Meteorología, de las facilitadas por colaboradores y otras entidades, según reconoce José María Rodríguez.

Conviene tener clara la distinción entre el clima y el tiempo meteorológico, dos términos que a menudo se confunden como sinónimos.

Los modelos climáticos producen predicciones del tiempo para cada día de los próximos centenares de años, sin que podamos esperar que, para cada día, estas predicciones sean acertadas.

Ante la pregunta de cómo es posible confiar en que la simulación del clima sea correcta, este meteorólogo responde que las predicciones son interpretadas estadísticamente en términos de variables como la temperatura media mensual, la precipitación acumulada en una estación, o el número de días en que la temperatura máxima supera un cierto valor, entre otras muchas.

Si el modelo es capaz de determinar correctamente estas variables climatológicas dispondremos de una buena simulación, puesto que la climatología tiene como objetivo el conocer la probabilidad de que ocurra un determinado fenómeno meteorológico, y no la fecha concreta de su ocurrencia.

Algo muy diferente de lo que sucede con la predicción del tiempo para los próximos días, agregó José María Rodríguez.