La ermita de Nuestra Señora de Regla será remozada para que esté en condiciones para la celebración de las fiestas entre el 4 y el 8 de septiembre próximos.

Este acuerdo se adoptó ayer en el transcurso de una reunión, celebrada en el propio templo, muy deteriorado por los últimos temporales, en la que estuvo presente el responsable de Patrimonio del Obispado, Miguel Ángel Navarro, y los arquitectos de la Diócesis y del Cabildo de Tenerife, así como el párroco de la iglesia del Hermano Pedro, a la que también acudieron los representantes de la asociación de Amigos de Cabo Llanos.

Esta decisión, que contempla de momento sólo el saneamiento de la ermita, es una fase previa a un proyecto más ambicioso que responda a las necesidades de este templo, algo que dependerá de la colaboración conjunta del Obispado, el Cabildo y el ayuntamiento.

Sin embargo, el principal problema que amenaza a la ermita es la insuficiente capacidad que tienen los dos desagües que se ubican a ambos lados de su plaza, para los que el colectivo vecinal pide que se ensanchen y evitar así las inundaciones en la zona, puesto que, en el caso de las lluvias torrenciales del pasado 1 de febrero, provocaron que el agua y el barro superaran el metro y medio de altura.

En los trabajos provisionales de acondicionamiento del templo, para que esté en listo para las fiestas, se contará, previa autorización de las instituciones implicadas, con la asociación vecinal, así como con los voluntarios de Protección Civil, cuya patrona es la Virgen de Regla.

Maribel Valladares, presidenta de Amigos de Cabo Llanos, y Santiago Carlos, vicepresidente del colectivo, expresaron que su "voluntad es tener todo pintado y arreglado para que el día 4 de septiembre se pueda celebrar aquí la misa de difuntos del barrio". En este sentido, señalaron que su intención es que la Virgen de Regla, que en la actualidad está en la ermita San Telmo, pueda estar en su templo para la procesión del día 8 de septiembre, "para no tener que recurrir a traerla de un sitio en el que está de prestado", pues remarcaron que "también esperamos que luego se quede aquí, para las celebraciones litúrgicas de los días 8 de cada mes". Sin embargo, Navarro precisó que la decisión de dejar la imagen de la Virgen en su templo dependerá de las garantías que den los técnicos sobre los desagües.

Otro aspecto que preocupa a los vecinos, y que ayer pusieron de manifiesto, es el estado que presentan tres tallas de San Roque, San Antonio y San Lázaro, muy antiguas y afectadas por las últimas lluvias.

De momento, no se han dado detalles del proyecto de rehabilitación, pero ambas partes mostraron buena voluntad y la esperanza de colaboración entre instituciones.