El empleo en España debería crecer casi cuatro veces más que en el conjunto de la Unión Europea (UE) o que en toda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para que a finales de 2011 quedara anulado el impacto de la crisis sobre el mercado de trabajo.

Para volver a la tasa de actividad que había en el último trimestre de 2007, antes de que se hicieran sentir los efectos de la crisis, España debería aumentar en 10,7 puntos su porcentaje de empleo, según el informe sobre el mercado de trabajo presentado ayer por la OCDE.

En el caso de la UE y de la OCDE, bastaría con que el incremento fuera de 2,7 puntos, mientras en la eurozona serían necesarios 3,1 puntos suplementarios.

Sólo en Irlanda, de los 31 miembros de la organización, se requeriría un aumento superior al de España (19,8 puntos más). El tercero en la lista es Grecia (7,1 puntos), seguido de Islandia (7), Estados Unidos (5,5), Dinamarca (4,7), Suecia (4,2) y Portugal (4).

Según la OCDE, el paro, que llegó al 8,7% en el primer trimestre de 2010, el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial, ha podido tocar techo. Sin embargo, su disminución será lenta y la tasa de desempleo en los 31 países miembros seguirá superando el 8% a finales del año próximo.

A juicio de la organización, la dualidad en la protección entre el empleo fijo y el temporal ha contribuido a agravar el paro.