Varios grupos del exilio cubano en Miami (Florida) vieron como algo positivo el anuncio hecho hoy por el Gobierno de Raúl Castro para liberar a 52 presos políticos, y dejaron claro que es una victoria de la oposición democrática interna.

"Esperemos que esta decisión marque un cambio de actitud del Gobierno cubano respecto de los prisioneros políticos y los derechos humanos" en la isla, dijo Francisco "Pepe" Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA).

Resaltó que la decisión de Cuba es el resultado de factores muy concretos, como son la "firmeza del disidente Guillermo Fariñas (en huelga de hambre desde el pasado mes de febrero) y la presión de las Damas de Blanco, familiares de opositores condenados en la primavera de 2003.

Mencionó también el "sacrificio" de Orlando Zapata Tamayo, que falleció tras una larga huelga de hambre para pedir trato como preso de conciencia.

La Iglesia Católica cubana anunció hoy que el Gobierno de Raúl Castro liberará a cinco presos políticos en las próximas horas y a los 47 que restan de los disidentes encarcelados en 2003 en un plazo de cuatro meses.

En cualquier caso, "ya sea por presiones internas o exteriores, el resultado es positivo", por que el régimen cubano "ha tenido que ceder, y no creo que de forma voluntaria", precisó Hernández.

El grupo Directorio Democrático Cubano reaccionó entre la esperanza y la desconfianza ante el anuncio de la excarcelación de "personas que están sufriendo prisión injustamente". "Debemos ser precavidos", señaló Janisset Rivero, directiva de la organización.

En opinión de Rivero, "este es el momento de apoyar a Laura Pollán", líder del grupo de mujeres las Damas de Blanco, en su petición de "libertad incondicional para los presos políticos y sin destierro forzoso, que es lo que parece que el régimen ha planteado".

Sin embargo, para Ninoska Pérez, presidenta del Consejo por la Libertad de Cuba, la decisión de liberar a los presos políticos de forma progresiva es "una vergüenza", que sólo sirve para "alargarles el sufrimiento y manipular a sus familiares".

A su juicio, "la liberación de presos políticos no significa nada", porque en la isla "los cubanos siguen sin libertades individuales y se continúan violando los derechos humanos".

Pérez denunció además a la Iglesia Católica cubana y al Gobierno español por situarse "del lado de los verdugos" para "lavar el rostro a la dictadura más antigua del mundo".

"Cuba lleva liberando presos 51 años" y los mismos "encarcelando y llenando las cárceles cada vez que se les antoja", acotó la activista cubana, quien aseguró que (el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel) Moratinos no ha hecho nada para que dejen de encarcelar a los cubanos".

Por su parte, el Cuba Study Group se mostró "sumamente complacido" con el anuncio hecho por la Iglesia Católica de que el Gobierno de Castro liberará a por lo menos 52 presos políticos.

En ese sentido, agradeció "el papel constructivo que ha jugado la Iglesia Católica en un proceso iniciado por la sociedad civil cubana".

Este grupo, con sede en Washington, instó a la Iglesia a continuar en su papel de "mediadora" y reconoció que la solución de muchos de los problemas con que se enfrenta Cuba "requerirá necesariamente de un diálogo nacional en donde sectores de la sociedad civil cubana estén representados".

Pidió además que la Iglesia continúe su labor hasta lograr la liberación de todos los presos políticos, "incluyendo los más de cien individuos" no comprendidos en el anuncio hecho público hoy.

Emplazó además al Gobierno estadounidense a que "responda a estos pasos positivos en Cuba con medidas constructivas".