El Gobierno británico convocará un referendo sobre un posible cambio del sistema electoral para el 5 de mayo de 2011, según anunció ayer el viceprimer ministro, Nick Clegg, en la Cámara de los Comunes. Clegg indicó que en los próximos meses se presentará en el Parlamento una ley para autorizar la consulta.

La convocatoria de un referendo para la posible transformación del vigente sistema electoral fue la condición clave que pusieron los liberaldemócratas de Clegg para formar Gobierno con los conservadores del primer ministro, David Cameron, que ya anunció que votará en contra en el plebiscito.

Clegg detalló ayer los pormenores del plan elaborado por el Ejecutivo de coalición para modificar el sistema político en el país con medidas como la introducción de una legislatura fija de cinco años, en lugar del sistema actual, en el que el primer ministro tiene la prerrogativa de adelantar las elecciones a su conveniencia.

El cambio, que fija las próximas elecciones para el 7 de mayo del 2015, es, según el líder liberal, una "innovación enormemente significativa, porque no es correcto que las elecciones generales puedan ser convocadas por el antojo de un primer ministro". De esta manera, dijo, Cameron "será el primero que renuncia a este derecho".

Mayoría de dos tercios

El "número dos" del Gobierno indicó que será necesario una mayoría de dos tercios de los miembros de la Cámara de los Comunes para promover la disolución del Parlamento, lo que supone un 66% en lugar del 55% anunciado previamente.

Ante la confusión que había creado este punto, Clegg insistió en que la disolución del Parlamento por parte de los propios diputados es diferente de una moción de confianza contra el Gobierno, que seguirá siendo válida con una mayoría simple.

En caso de una moción, si no se puede formar un nuevo Gobierno en el plazo de 14 días, el Parlamento se disolverá automáticamente y se convocarán elecciones generales, precisó.

Clegg incluyó en este conjunto de medidas la redefinición de las fronteras de las actuales circunscripciones electorales para equilibrar el número de electores, lo que se traduciría en una reducción de los diputados que componen actualmente los Comunes, de seiscientos cincuenta a seiscientos. En opinión de Clegg, ese hecho dará lugar a una repartición más justa del voto y a un ahorro de doce millones de libras (14,47 millones de euros) anuales.