El secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, aseguró ayer que el Gobierno no tiene en estos momentos "ningún plan concreto" respecto a una eventual subida del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y hasta septiembre, cuando se elaboren los Presupuestos Generales del Estado para 2011, no tomará una decisión, que dependerá de la situación de las cuentas públicas y la necesidad de evitar "desviaciones".

Ocaña aseveró que las medidas tomadas en los últimos meses para contener el déficit, que se incorporarán a los Presupuestos del próximo año, suponen una "revolución" en las cuentas públicas.

En otro contexto, afirmó que ya ha habido "alguna" regularización entre las 3.000 cuentas fraudulentas existentes en Suiza y de las que la Agencia Tributaria pretende que sus titulares pongan al día la situación fiscal. Al respecto, subrayó que Hacienda opera con discreción y que cada contribuyente tiene una relación bilateral.