Los seis voluntarios del simulacro de vuelo a Marte, que durará 520 días, echan de menos su casa un mes después de que comenzara el proyecto, pero no tienen intención alguna de abandonar, reveló hoy el Instituto de Problemas Biomédicos (IPBM) de la Academia de Ciencias de Rusia.

"Pasó el primer mes de vuelo. Los miembros de la tripulación se sienten bien, mantienen su forma física, continúan acondicionando sus camarotes y llevan a cabo experimentos científicos", señaló un portavoz del IPBM, en cuyas instalaciones se realiza el simulacro.

Los participantes del proyecto Marte-500 se comunican con el mundo exterior vía correo electrónico, en especial con sus familiares.

Según el portavoz del instituto, los "marsonautas" se llevan muy bien y pasan el tiempo libre juntos.

"Naturalmente, como todo el mundo, echan de menos a su familia y amigos, pero desde el principio sabían de lo que se trataba y están preparados para el experimento", declaró la fuente a la agencia Interfax.

Los seis voluntarios tendrán motivos este mes para pasar tiempo juntos, ya que tres de ellos cumplen años.

El 12 de julio, el francés Romain Charles celebrará su 32 aniversario, dos días más tarde cumplirá años el ruso Sujrob Kamólov (38) y el día 25 lo hará el chino Wang Yue (28).

Los otros tres integrantes de la tripulación son los rusos Alexéi Sítev y Alexandr Smolenski y el ítalo-colombiano Diego Urbina.

Este experimento, que comenzó el 3 de junio pasado, servirá para estudiar la compatibilidad psicológica y la tolerancia de los miembros de una tripulación durante un vuelo interplanetario.

Sus participantes compartirán durante un año y poco más de cinco meses los 550 metros cúbicos que suman los cuatro módulos cilíndricos que conforman el simulador.

Permanecerán aislados del mundo exactamente el tiempo que lleva el vuelo de ida y vuelta a Marte, 490 días, más otros 30 de estancia simulada en el vecino planeta.

En la fase "marciana" del experimento, se empleará un simulador de la superficie del planeta rojo, de 1.200 metros cúbicos, al que saldrán con sus escafandras los participantes en el experimento.

La Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos lanzaron en 2004 este ambicioso proyecto, al que se sumó posteriormente China y en el que también colaboran países como Estados Unidos y España.

En noviembre de 2007 se realizó un primer experimento preparatorio en el que seis voluntarios rusos permanecieron aislados del exterior durante dos semanas, mientras que en julio del año pasado se llevó a cabo un simulacro de vuelo al planeta rojo de 105 días.

Según las normas del experimento, cualquier participante que lo desee podrá abandonar su aislamiento voluntario sin necesidad de explicar los motivos.

Si esto ocurriera, se considerará al "marsonauta" fallecido durante el vuelo.