Ángel Llanos se zafó ayer durante unas horas del marcaje al que le somete Manuel Fernández Vega, "el Coordinador" en el Ayuntamiento de Santa Cruz, con el objetivo de evitar el protagonismo del que está llamado a ser "pasado" del PP en Santa Cruz, según los designios de la dirección insular del partido.

Ahora el "pibe de Ofra" (ayer más de barrio que nunca) se siente más cómodo en una pequeña plaza de Somosierra, sólo acompañado por su fiel escudero Alfonso Soriano y por Juan Manuel Brito Arceo, en la segunda fila de un Salón de Plenos en el que la nueva portavoz popular, Maribel Oñate, o el propio Manuel Fernández Vega son los que llevan la voz cantante.

Hacía meses que Llanos no era el mismo. El oscuro e ingrato trabajo realizado en el área de Recursos Humanos (por muchas horas que le eche) no le reporta las mismas cuotas de protagonismo que la portavocía del grupo municipal o la titularidad de la Sociedad de Desarrollo. Sin embargo, el que fuera principal baluarte de los conservadores en la capital y, para muchos, el "clavo ardiendo" al que agarrarse para protagonizar un cambio en la cúpula del ayuntamiento tras quince años de gestión nacionalista no estaba muerto.

Su tirón entre muchos vecinos de Santa Cruz es innegable, una ventaja que deberán ganarse aún hipotéticos candidatos como Fernández Vega, Guillermo Díaz Guerra e, incluso, una posible vuelta de Cristina Tavío a la política municipal.

Quedó demostrado ayer en el "homenaje sorpresa" que le brindaron varias asociaciones de vecinos por su "lucha y trabajo por los barrios". Allí estaban Manuel Camejo (Chincanayros), Antonio Roy (La Florita), Dionisio Rojas (Los Aceviños), Marita (Ninfa-Ifara) o María Elisa Mínguez (Barrio Nuevo).

"Él es de verdad y a él el pueblo le vota", "hablaremos con Soria si hace falta para que sea el número uno de Santa Cruz", "no vamos a votar a ningún otro si no está él", fueron dardos envenenados para los que lo quieren ver lejos del Palacio de los Dragos. Hacía mucho tiempo que ni en su propio partido le regalaban los oídos como en la jornada de ayer.

Por supuesto, Llanos respondió a los halagos: "No sé lo que nos deparará el futuro pero siempre estarán en mi corazón. ¡Qué Dios les bendiga a todos!". Al término del acto, los vecinos debatían sobre si sus palabras sonaron a despedida o a querer vender cara su derrota.