La Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate) y la Cooperativa del Campo La Candelaria, que preside Pedro Molina, han presentado seis propuestas al borrador del nuevo Plan General de La Laguna durante el periodo de información, que expiró el pasado miércoles, en las que, entre otras cosas, alerta de la destrucción de suelo agrícola que representa el sistema viario previsto en diversas zonas.

La entidad advierte de que, de no modificarse lo programado, "se compromete el futuro agrícola de importantes espacios, como Los Rodeos y La Vega, calificados como área agrícola de protección económica por el PIOT y definidos como destinos agrarios de primer orden o de segundo orden por el propio avance" del PGO.

Ambas asociaciones aprecian riesgos y elementos a corregir en la ordenación estructural, los documentos y todo lo relativo a la preservación del suelo agropecuario. Sin embargo, ponen especial énfasis en sus advertencias y alternativas a las bolsas de suelo agrícola que pueden desaparecer, entre otras cosas, por las nuevas vías.

Así, se considera que el viario que conecta a diversas comarcas o la ciudad con otros municipios "articula sectores de suelo de gran importancia por su capacidad receptora de nuevos desarrollos urbanos". Agate insiste en su rechazo a la denominada autopista exterior y la vía de ronda Norte por entender que no resuelven los problemas de movilidad y saturación del tráfico, así como "por el tremendo impacto que los viarios generan en el suelo rústico y su profunda capacidad de transformación del entorno".

A su juicio, estos proyectos reflejan un "desconocimiento de la realidad del territorio, obvian soluciones quizás más complejas pero más adecuadas" y se elaboran desde la "descoordinación respecto a otras infraestructuras de transporte que se ejecutan o diseñan para la Isla, como es la introducción del sistema ferroviario".

Para estas entidades, se ha de apostar por un sistema transporte público con intercambiadores y con plataformas exclusivas para carril guagua o vehículos guiados, "tanto dentro de las grandes ciudades como a lo largo de los principales ejes de comunicación".

Según recalcan, de los 1,649 millones de metros cuadrados a expropiar por la vía exterior, 1,289 millones ocupan suelo rústico (78%). "De ellos, 901.415 metros corresponden a La Laguna y el resto, a Santa Cruz". Además, recuerdan que las afecciones "son mucho mayores si, para los 14,5 kilómetros que tiene de longitud la vía, incluimos las zonas de servidumbre (franja de 17 metros a cada lado a partir del borde del área expropiada) y la parte de afección (5 metros a cada lado desde el borde de la servidumbre). Agate subraya que, en el caso de La Laguna, "la mayor parte de este suelo se encuentra cultivado".

El temor se amplifica por la expansión urbanística que podría derivarse por la "falta de control público" respecto a "fenómenos de poblamiento con edificación en los bordes, un sistema de asentamiento que no requiere de la oferta de urbanización, sino del simple acceso rodado, así como de equipamientos estructurantes, especialmente de carácter comercial e industrial, y de futuras calificaciones como suelo urbanizable.