Los datos pobres de empleo difundidos hoy impidieron que Wall Street levantara la cabeza al final de una semana en la que el Dow Jones ha perdido un 4,51% y se ha avivado la incertidumbre acerca de la recuperación de la economía y del mercado laboral en Estados Unidos.

Los inversores aguardaban con los nervios a flor de piel el informe que el Departamento de Trabajo divulgaría este viernes y los datos confirmaron una vez más la precariedad del empleo y las cautelas del sector privado a la hora de contratar trabajadores.

Este último aspecto es seguido con suma atención por los inversores, pues lo consideran un reflejo de la mayor o menor confianza de las empresas en la evolución de la economía.

Sin embargo, los datos que difundió el miércoles la empresa Automatic Data Processing (ADP), que mostraron que el sector privado añadió en junio 13.000 empleos, frente a 57.000 que se crearon en mayo, resultaron ya un mal augurio para los cálculos oficiales que se conocerían este viernes.

El informe del Departamento de Comercio reflejó que las empresas crearon el pasado mes 83.000 empleos, frente a unos 115.000 que esperaban ver algunos economistas.

En conjunto, la economía registró una pérdida neta de 125.000 puestos de trabajo, frente a un descenso de unos 100.000 que se esperaban, debido en parte a la terminación de unos 225.000 contratos que ofreció el Gobierno para realizar el censo de 2010.

La tasa de desempleo bajó al 9,5%, dos décimas respecto de mayo, y un registro más favorable que el 9,8% que se esperaba, aunque en parte se debió a que hay menos personas buscando activamente trabajo.

Después de conocerse la evolución del mercado laboral, el presidente de EE.UU. Barack Obama resaltó no obstante que la economía se encamina en una "buena dirección", aunque aún "no lo suficientemente rápido", a la vez que prometió seguir haciendo todo lo posible para generar puestos de trabajo.

Durante la semana se constató además que las perspectivas poco alentadoras de empleo hacen mella en la confianza de los consumidores, lo que puede llevarles a adoptar un tono más cauteloso en sus compras y mermar con ello los beneficios de las empresas.

El índice de confianza que elabora The Conference Board bajó a 52,9 puntos en junio, desde los 62,7 puntos de mayo.

"Hasta que el ritmo de aumento de empleo suba, la confianza de los consumidores es probable que no ascienda", agregó la directora del Centro de Investigación del Consumidor en esa entidad, Lynn Franco, al difundirse el martes esos datos.

Más signos de debilitamiento de la actividad en el sector manufacturero, en el mercado de la vivienda y en la construcción, contribuyeron también a que predominase una fuerte corriente vendedora en Wall Street durante toda la semana.

El selectivo S&P 500 acumuló un descenso del 5,03% en las cinco últimas sesiones y el Nasdaq ha bajado el 5,92%.

En esta última jornada, el Dow Jones perdió el 0,47% (-46,05 puntos) y finalizó en 9.686,48 unidades, en tanto que el S&P 500 bajó también el 0,47% (-4,79 puntos), a 1.022,58 puntos y el Nasdaq descendió el 0,46% (-9,57 puntos), a 2.091,79 unidades.

El dólar se debilitó ante el euro y por esa divisa europea se pagaban 1,2550 dólares al cierre del mercado bursátil, frente a 1,2519 dólares el día anterior, al tiempo que la deuda pública de EE.UU. a diez años bajaba de precio, para ofrecer una rentabilidad del 2,97%.

En Asia, la Bolsa de Tokio subió el 0,13% y la de Shangai avanzó el 0,38%, en tanto que Hong-Kong y Seúl bajaron el 1,11% y el 0,86% respectivamente.

En Europa, la Bolsa de Londres avanzó el 0,67%, las de Milán y Madrid ganaron un 0,69% y 0,79% respectivamente, París subió el 0,25% y Fráncfort retrocedió un 0,4%.

En el caso de América Latina, Sao Paulo subió el 0,32%, México avanzó el 0,59%, Buenos Aires ganó el 0,34% y Santiago ascendió el 0,87%, en tanto que Caracas bajó el 0,02% y Bogotá perdió el 0,35%, entre otras.