LA ÚNICA agencia internacional de calificación que no había rebajado la categoría de España, dentro de los países del primer mundo, lo hará en los próximos días. Se trata de Moody''s, una de las tres grandes. La vicepresidenta De la Vega había lanzado a los cuatro vientos, cuando Standard and Poor''s y Fitch habían pasado a España de las tres A (AAA) a AA con perspectiva negativa la primera y AA con perspectiva estable la segunda, que otras agencias -refiriéndose sobre todo a Moody''s- no habían rebajado la calificación española y que las mencionadas decisiones habían sido erróneas.

Ya ha anunciado Moody''s que lo va a hacer, a tenor de las malas perspectivas de la economía española y a los años que tardará España en recuperarse de la crisis, muchos más que los países europeos de su entorno, algunos de ellos ya en crecimiento.

En abril de este año, Standard and Poor''s alertó sobre la mala situación de España y bajó la calificación a (AA) negativa. El día 28 de mayo de 2010, Fitch hacía lo mismo, pero dejando la calificación en (AA+). No sabemos la decisión exacta que tomará Moody''s, pero será sin duda parecida. Uno o dos escalones por debajo de las tres "A".

Las perspectivas de crecimiento de la economía española son cuestionadas, pues, de manera unánime por estas agencias. Hay que añadir a todo ello el bajón del Ibex 35 y las dificultades de algunos bancos para devolver el dinero tomado en préstamo a las instituciones bancarias europeas, que puede llegar casi a los 500.000 millones de euros.

No parece que se pueda hablar de peligro en el sistema financiero español, pero sí empiezan a sonar más alertas. Dicen los expertos que las medidas tomadas por el Gobierno socialista para activar la economía son insuficientes. La reforma laboral ha sido un fiasco. Tanto, que la CEOE opina que, lejos de recuperar el empleo, lo hará caer una vez más. La CEOE ha vuelto a reavivar un clamor: que el dinero para el desempleo tiene que ir a las pymes para que éstas contraten y acaben con el paro. Una recomendación que Zapatero y su socialismo del siglo XIX se niegan a cumplir.

Para el Gobierno, la decisión de Moody´s es otro jarro de agua fría. Pero estas agencias solicitan más medidas -valoran las tomadas- y esperan a los presupuestos del 2011 para variar o no su actitud. Tras estas decisiones se esconde una incredulidad hacia este Gobierno, que ha sido el último de Europa en reconocer la crisis y en tomar medidas serias contra ella, aunque Zapatero diga todo lo contrario, sin mucha convicción.

Si trasladamos el problema a Canarias, nos tenemos que sentir mucho peor. El paro no baja, la construcción no se reactiva, los bancos siguen sin apoyar a los inversores y la única noticia positiva es una pequeña recuperación del turismo.