Un nuevo test sanguíneo "barato, sencillo y no invasivo" permite detectar con una fiabilidad del 80 por ciento anomalías cromosómicas en el feto durante el embarazo. La nueva técnica podría sustituir a la amniocentesis y a la muestras de vellosidades coriónicas, dos pruebas invasivas que comportan riesgo de aborto. La técnica se basa en detectar en la sangre de la madre el ADN perteneciente al feto. El nuevo método proporciona resultados en un período de entre 24 y 62 horas.

Un equipo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Maastricht (Holanda) cree haber descubierto un test sanguíneo "barato, sencillo y no invasivo" que permite detectar "con precisión" anomalías cromosómicas en el feto durante el embarazo. Esta técnica podría sustituir a la amniocentesis y a la muestra de vellosidades coriónicas, dos pruebas invasivas que tienen el riesgo de provocar un aborto.

Para su investigación, los científicos holandeses utilizaron sondas genéticas moleculares para detectar el ADN perteneciente al feto en muestras de sangre tomadas de las mujeres gestantes. De momento, la técnica ha demostrado una fiabilidad de en torno al 80 por ciento debido a los resultados falsos negativos, aunque los investigadores están trabajando para mejorar la precisión de la sonda.

El cromosoma Y

El estudio, presentado en la 26ª Conferencia Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología que se celebra estos días en Roma (Italia), ha conseguido identificar el ADN del cromosoma Y, que indica que el feto es un varón, y por consiguiente, podría correr el riesgo de heredar una trastorno vinculado al X, como la distrofia muscular de Duchenne o la hemofilia.

Sin embargo, los investigadores creen que se puede utilizar el mismo método para detectar la trisomía 21 (en la que un cromosoma 21 adicional causa el síndrome de Down), seguido de las trisomías 13 y 18 (responsables de causar los síndromes de Patau y Edwards respectivamente), lo que a la larga haría innecesarias las pruebas invasivas prenatales en las embarazadas.

En este sentido, el equipo dirigido por la doctora Suzana Frints está utilizando la técnica Multiplex Ligation-dependent Probe Amplification (MLPA), una técnica de detección del ADN fetal presente en la sangre de las mujeres que llevan como mínimo entre seis y ocho semanas de gestación.