Con la llegada de los primeros materiales y trabajos de rehabilitación en los bloques 40 y 41 de Santa María del Mar, los ánimos han cambiado entre los propietarios de las primeras 56 viviendas que forman parte de la primera fase del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de este barrio del Distrito Suroeste. Después de muchos años de lucha vecinal e innumerables aplazamientos en las conversaciones, la primer fase del proyecto se está centrando en la mejora de los bajantes, las canalizaciones de las telecomunicaciones, el aspecto de las fachadas y la impermeabilización de las cubiertas.

Estas actuaciones "están animando a muchos vecinos de otros bloques, que ya se han interesado por la segunda fase", según explicó Fidel Coello, portavoz de los propietarios, quien anunció que a mediados de este mes se celebrará una reunión de la concejal de Viviendas Municipales, Ángela Mena, a la que reclamarán que la nueva fase comience de inmediato.

Coello, representante de los propietarios, recordó que la primera parte afecta a 112 viviendas, repartidas entre 10 bloques, de un total de 50 de toda la urbanización, en la que viven más de 500 familias.

Esta semana se han abierto las plicas para las obras en los bloques 44 y 10 para su adjudicación, así como el número 4, con 16 viviendas, que también está preparada para su licitación.

Aunque estas obras ya debieron estar terminadas hace unos años, a criterio de los vecinos, Coello afirma que la realización de las mismas está animando a los presidentes del resto de comunidades de propietarios, hasta el punto de que seis bloques han mostrado su interés de entrar de lleno en esta rehabilitación.

El proyecto total asciende a más de 2 millones de euros, con una cantidad por bloque que supera los 100.000 euros, en función de que sean de 10 viviendas, 8 ó 16. De la cantidad total, buena parte de la misma la asumen las administraciones públicas, pero cada propietario debe hacer frente al 10%, lo que supone 1.125 euros.

Sin embargo, en los casos de aquellos vecinos que tengan unos ingresos de 400 euros o menos, el ayuntamiento aporta su parte. Además, se estableció un acuerdo por el cual se garantiza que, independientemente de las fechas en que comiencen las fases sucesivas, cada vecino sólo pagará la misma cantidad que se está abonando en la actualidad, y que se puede liquidar en cómodos plazos o a través de un crédito cero de CajaCanarias a tres años, lo que representa unos 30 euros mensuales.