Ante la inminente llegada del huracán de categoría uno "Alex", prevista para las primeras horas de hoy, jueves, a las costas del Golfo de México, se estima que unas 25.000 personas se han visto afectadas, según informaron ayer fuentes de Protección Civil.

El meteoro impactará previsiblemente entre las 5 y las 7 de la mañana (10:00 y 12:00 GMT) en el estado de Tamaulipas, muy posiblemente a la altura del municipio pesquero de San Fernando, ubicado a unos 170 kilómetros al noreste de la capital, Ciudad Victoria.

"Alex" se ubica a las 18.00 GMT a 175 kilómetros al este de La Pesca (Tamaulipas) y a 210 kilómetros al sur-sureste de Brownsville, en Texas (Estados Unidos).

Se desplaza en dirección noroeste a once kilómetros por hora, con vientos sostenidos de 130 kilómetros y rachas de 160. Se espera que para las 19:00 horas (00:00 GMT) evolucione a categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson (de cinco grados) y sus vientos sean de 155 kilómetros por hora con rachas de hasta 195.

De manera preventiva, Tamaulipas evacuó a unas 7.000 personas situadas en comunidades de riesgo cercanas a la ciudad de Matamoros (fronteriza con EEUU) y San Fernando. Para ello, se han habilitado seis albergues.

El secretario de Educación de Tamaulipas, José Manuel Assad Montelongo, informó de que, ante el inminente impacto del meteoro, las clases han sido suspendidas en todo el territorio estatal. Unas 700 escuelas serán utilizadas como albergues para dar cobijo a los damnificados.

Hasta ahora, los mayores daños por las lluvias generadas a causa de "Alex" se han producido en el sureño estado de Oaxaca, donde unas 3.500 familias resultaron damnificadas, dijo el director operativo de Protección Civil estatal, Luis Zárate.

Las intensas lluvias registradas durante la noche del martes y madrugada de ayer en la zona del istmo de Tehuantepec, causaron el desbordamiento del Rio Ostuta, en los límites con el estado de Chiapas, lo que produjo inundaciones en tres municipios.

Las autoridades habilitaron por ello tres albergues con capacidad para 120 personas cada uno para atender a parte de los damnificados, ya que la mayoría eligió pernoctar con familiares o amistades.

Asimismo, se llevan a cabo operaciones para remover escombros y proteger a la población ante la posibilidad de que los estancamientos de agua y la proliferación de insectos propicien brotes epidémicos.