El presidente de EEUU, Barack Obama, advirtió hoy a Irán de que "continuará la presión" internacional para evitar que la República Islámica pueda hacerse con armamento nuclear.

El presidente estadounidense promulgará hoy una ley de sanciones de EEUU contra Irán, que ha descrito como "las más duras contra ese país jamás aprobadas por el Congreso" estadounidense.

En declaraciones preparadas para el acto, y que la Casa Blanca difundió hoy por adelantado, Obama indicó que la nueva ley "hace más difícil para el Gobierno iraní comprar petróleo refinado y los bienes, servicios y materiales para modernizar el sector petrolero y de gas natural iraní".

Aunque Irán es un exportador neto de petróleo, carece de las instalaciones necesarias para refinar el crudo que requiere para satisfacer sus necesidades energéticas.

La ley también dificulta las transacciones internacionales de la Guardia Revolucionaria iraní y de bancos que apoyen el programa nuclear de ese país o el terrorismo.

Asimismo, las empresas que quieran conseguir contratos con el Gobierno de EEUU tendrán que demostrar que no llevan a cabo negocios con el régimen de Teherán.

"Estamos aumentando la presión contra el Gobierno iraní por su fracaso en cumplir sus obligaciones internacionales" e insistir en enriquecer uranio, pese a las alternativas que le han presentado los negociadores mundiales, indicó Obama.

Otros países, como Australia y Canadá, además de la Unión Europea, han presentado o planean presentar su propio programa de sanciones, recordó el presidente estadounidense.

"Estamos mostrando al Gobierno iraní que sus actos tienen consecuencias", subrayó. Si Irán continúa su desafío a la comunidad internacional, "la presión seguirá aumentando y su aislamiento seguirá profundizándose".

Según Obama, "que no haya duda: EEUU y la comunidad internacional están decididos a impedir que Irán pueda adquirir armamento nuclear".

La promulgación de las sanciones llega después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara en junio una nueva resolución con sanciones al programa nuclear iraní.

EEUU acusa a Teherán de quererse procurar un arma nuclear mediante su programa atómico, mientras que la República Islámica asegura que estas actividades tienen fines pacíficos.