El director general de la Tesorería General de la Seguridad Social, Francisco Javier Aibar, abogó ayer en Tenerife por "incentivar más" los planes de pensiones privados, que deben servir para "complementar" las prestaciones públicas en un contexto actual que, reconoció, es de "incertidumbre" respecto al futuro de este sistema.

En una conferencia organizada por CajaCanarias y la Cámara de Comercio de la provincia tinerfeña y celebrada en la sede central de la entidad de ahorro, Aibar defendió, de todas formas, la buena salud de la Seguridad Social y apeló a la "prudencia" respecto a las informaciones que apuntan a una hipotética quiebra.

Resumió que el sistema español, a diferencia del de otros países de la Unión Europea (UE), "tiene superávit -el mayor de los Veintisiete, remarcó- y capta suficiente financiación para sí mismo", lo que debe permitir "mantener la confianza y evitar asustarse sobre el futuro de las prestaciones".

A pesar de ello, defendió la conveniencia de que se extiendan los planes "complementarios". En este sentido, dijo "no entender" las críticas que recibió hace meses el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, cuando se pronunció a favor de lo mismo. "En la actualidad el volumen de estos planes es pequeño", añadió Aibar, que apostó por que se extienda su uso en los convenios colectivos.

El responsable estatal de la Tesorería de la Seguridad Social también fundamentó su llamada a la tranquilidad respecto a las pensiones públicas en que "no es previsible en absoluto una caída grande del empleo que pueda poner en peligro su sostenibilidad".

En este sentido, puso el acento en la proporción de cotizantes respecto a perceptores de prestaciones, que es hoy de 2,64 frente a 1, mientras que en la crisis económica de los años 90, más débil que la actual, bajó hasta 2,06 y la recomendación de los organismos internacionales es de entre 2 y 2,1.

Además, insistió en desvincular el incremento de las prestaciones por desempleo del abono de las prestaciones contributivas, que tienen orígenes diferentes: los presupuestos estatales y la Tesorería de la Seguridad Social, respectivamente. Por ello, dijo, el crecimiento de las primeras no pone en riesgo las segundas.

Aibar valoró también que la caída interanual de la afiliación se está moderando este año (fue del 1,4% en mayo, cuando al cierre de 2009 era del 5,8%) y apuntó que las primeras estimaciones presupuestarias de la Tesorería para 2011 "no pintan tan mal".

Francisco Javier Aibar evitó analizar en profundidad la próxima reforma del sistema de pensiones, que aún está en "fase de estudio" en el marco del Pacto de Toledo, pero sí señaló que "hay que intentar aproximar la edad legal de jubilación, de 65 años, a la real, que está en 63 años y diez meses".

Lo hizo porque reconoció que el sistema público afronta riesgos importantes, como la baja tasa de natalidad del país, el retraso en la incorporación de nuevos cotizantes y la evolución demográfica, definida por el creciente envejecimiento de la población, que, matizó, no será tan acusado como en el conjunto de la UE.

fondo de reserva

La "hucha" no se tocará

Francisco Javier Aibar reiteró en Tenerife lo expresado por Celestino Corbacho ya en octubre de 2008: que éste es viable "como mínimo" hasta 2023, año en el que será necesario, según las proyecciones del Ministerio de Trabajo, recurrir al Fondo de Reserva. Además, indicó que, gracias a las modificaciones que se acuerden en el Pacto de Toledo, "se extenderá más allá" de esa fecha. Aibar explicó que la "hucha" de las pensiones, actualmente engrosada por casi 63.000 millones de euros, "no se puede usar para nada que no sea complementar las prestaciones contributivas. No se ha tocado nunca y sólo se hará si se llega a tres semestres consecutivos de déficit del sistema".

El director general de la Tesorería recalcó que el fondo "no se va a utilizar" para pagar la Ley de Dependencia o las prestaciones contributivas, como han sugerido algunos grupos parlamentarios.

Aibar afirmó, de todas formas, que es "necesaria" una nueva ley que se adapte al "colchón" que representa ahora el Fondo de Reserva, que es el cuarto más cuantioso a nivel europeo y el primero de los de titularidad pública. Y está, añadió, "invertido con seguridad", en su mayoría en bonos soberanos españoles y, en menor medida (19%), en los de aquellos países cuya deuda tiene más calidad (Alemania, Francia y los Países Bajos).

Respecto al hecho de que no hubiera dotaciones al fondo en 2009, Aibar explicó que fue una decisión encaminada a compensar el incremento de los aplazamientos solicitados por las empresas. "Preferimos mantener el dinero para hacerles frente", destacó. El director general de la Tesorería se mostró en contra de recortar las cotizaciones sociales que pagan las empresas, como ha reclamado la patronal durante la negociación de la reforma laboral. "Sería contraproducente para la sostenibilidad del sistema", argumentó.