AL DÍA SIGUIENTE de decir que nos repetimos, volvemos a repetirnos sobre el ya largo debate de la fusión de Santa Cruz, La Laguna, Tegueste, El Rosario y, posiblemente, también Candelaria y Tacoronte. Nos reiteramos en nuestros planteamientos porque estamos convencidos de que hay que salvar a Santa Cruz convirtiéndola de nuevo en la gran capital que fue y que debe volver a ser; una importancia como ciudad acorde con su situación en el Archipiélago. Es decir, ubicada en la Isla de mayor extensión territorial, así como la más poblada y la que posee las principales fuentes económicas. Además, Tenerife cuenta con la ventaja de un reparto poblacional muy armonioso, amén de tener el símbolo que la define y la destaca como capitana de Canarias: el pico Teide.

Hay que devolverle a Tenerife lo que los malos políticos y políticos ruines le han arrebatado. Hay que devolverle los centros y delegaciones que poseía, tanto las de carácter oficial como las comerciales, que se han llevado con engaño. Hay que devolverle su posición de primera isla por derechos naturales, físicos e históricos como capital. Devolverle su pico en el escudo de este Archipiélago, que dentro de poco será una nación soberana mal que les pese a los españolistas y españolistos, a los amantes de la españolidad y también, según parece, a los nacionalistas tibios. Sobre este concepto de nación hablaremos el domingo para hacer unas puntualizaciones.

Mencionamos antes a políticos malos y ruines. Malos como tales políticos. Ruines, por su perversidad política; por permitir, debido a intereses personales y de bolsillo, que una isla irrelevante, sin merecimientos, se titule grande anteponiendo el "gran" a su nombre, engañando a todo el mundo. Un "gran" que nadie ha podido demostrar que le corresponde. Mantenemos nuestro reto a que alguien sea capaz de hacerlo.

El caso es que existe una realidad en Tenerife formada por La Laguna, El Rosario, Tegueste y Santa Cruz. Estas tres ciudades, como decíamos en nuestro comentario de ayer, forman una conurbación con carreteras que ya son calles y avenidas. Mantener la estructura administrativa que tienen actualmente supone un gasto superior al del recorte económico que se está haciendo con motivo de las medidas de austeridad adoptadas por el Gobierno de España, porque el municipio que resulte una vez llevada a buen término la fusión centrará la capitalidad, sin necesidad de los cuatro alcaldes que existen hoy en día, con sus correspondientes emolumentos, así como todo cuanto lleva aparejada la existencia de cuatro ayuntamientos: dietas, gastos por servicios administrativos, sueldos desde el primer secretario hasta el último funcionario, etcétera. Ni siquiera haría falta pagarle dietas al concejal del mercado para que vaya al mercado. En definitiva, la unión propiciaría medidas de austeridad que acabarían con actuaciones corruptas y delictivas. A estos cuatro municipios, si hay otros dos que quieren sumarse, bienvenidos serán. Al margen de esta unión, la población de Tenerife seguiría tan armoniosamente repartida como hasta hoy.

No se dan las mismas circunstancias en Las Palmas, pues allí la gente está amazacotada en la capital y tienen la población más próxima a muchos kilómetros de distancia. En fin, seamos como los extranjeros. Como los nórdicos: austeros, civilizados, limpios de calles y de bolsillos. Limpios de pensamiento. Países con políticos que sirven al pueblo pero que no se sirven del pueblo, como dijimos hace un par de días. La necesidad de fusión es imperiosa y ya se conocía desde el pasado siglo. Alcaldes muy significativos para Santa Cruz, como lo fueron García Sanabria o Álvaro Acuña, y como lo es el actual Zerolo, que no se opone a la unión sino que es partidario de ella. ¿Por qué los cientos de concejales y funcionarios, cuando pueden ser solamente unas unidades?

En definitiva, la fusión sería un acto político honrado. Además, a CC le daría fuerza para ser la primera fuerza política en esta Isla. Tengan en cuenta los nacionalistas que no sacarán ni un voto si siguen diciendo que son nacionalistas pero al mismo tiempo están gritando viva España.